Dátolo: "Es una revancha para mí, ojalá sea mi año"

Aterrizó en El Prat justo antes del mediodía, pero realmente fueron poco rato después los pasillos y las tripas del estadio del Espanyol los que hicieron las veces de aeropuerto. Porque fue allí, en Cornellà-El Prat, donde Jesús Dátolo pronunció sus primeras palabras como jugador del Espanyol (aun sin haber firmado) y también el lugar donde, cual transeunte en un gran aeródromo, fue conociendo en el trasiego de su intensa matinal al director deportivo, Ramon Planes, a Mauricio Pochettino, su técnico, e incluso a Iván de la Peña, capitán.

Dátolo no oculta sus cartas. Hace año y medio aterrizó en Europa, en el Nápoles, por 7,5 millones de euros, pero no explotó. Tampoco lo hizo en Olympiacos, donde actuó cedido los seis meses últimos. Así que, asintió, "esto es una revancha para mí. El Espanyol es un club importante en España, por eso tomé la decisión de venir. Ojalá este sea mi año", deseó en voz alta. Como ya sucedió con Dani Osvaldo, suspira por que el "juego bonito" de la Liga le ayude en su empeño de "triunfar, aunque antes hay que trabajar mucho. Eso es ahora mismo lo que más quiero".

Extremo zurdo, aunque dice desempeñarse con soltura en la mediapunta y por la diestra, seguramente será el lunes cuando pase revisión y sea presentado oficialmente, cedido por un año con opción de compra. Del Espanyol conoce bastante: "Es un club joven que quiere crecer. Y Mauricio (Pochettino) es un técnico importantísimo, aquí y a nivel mundial".

El entrenador ya había dispensado elogios a su nuevo jugador y compatriota apenas minutos antes, en la misma sala de prensa. "Dátolo reúne todos los requisitos. Tiene experiencia a nivel europeo, ha jugado con la selección argentina y esperemos que dé el rendimiento que todos esperamos que puede ofrecer", aseguró. "Su posición es la que faltaba el año pasado en la plantilla", sentenció.

El proyecto. Con Dátolo atado, Pochettino lanzó una proclama: "Comienza una nueva temporada, un nuevo proyecto, ilusionante". Atrás quedan casos como los de Fernando Marqués y Cristian Tello, cuyas exigencias les forzaron a salir. Y, por si acaso, el preparador avisa: "Este es el momento para quedarse o bajarse, las puertas están abiertas".

Igualmente abierto está el mercado. Aún no renuncia Pochettino a fichar un extremo derecha, tras la fuga de Pablo Barrera al West Ham, ni tampoco descarta salidas: "Nadie es imprescindible"; aunque a medida que se acerque la Liga serán "más severos" con las ofertas. Sí rechaza otro delantero.

Y, en orden de "seguir confiando en la cantera", valorará a Javi López y Ernesto Galán en Peralada antes de decantarse por ellos o pedir la cesión de Marius Stankevicius a la Sampdoria. Por ahora, Dátolo es quien ha abierto la veda.