El central que iba a ser un 7 como su amigo Raúl

Los más veteranos del Barça recuerdan el día que, desde La Pobla de Segur, llegó Carles Puyol, un prometedor extremo derecha al estilo de Raúl, un buen amigo. "Era todo fuerza, como 7 no le veíamos y estuvo cerca de no firmar, pero su coraje e ilusión hicieron que le diéramos una oportunidad", explica Jaume Oliver, responsable que fue de aquel fútbol base.

Con el tiempo le echaron para atrás, en plan chico para todo: lo mismo rendía de lateral que de central, lugar que la experiencia y los años le reservaron. También el brazalete de capitán, homenaje a una maduración perfecta: capitán del mejor Barça de siempre y ya 89 veces internacional.

"Fue aprendiendo a jugar y no debe extrañar que se maneje bien en la estrategia y que marcara el gol a Alemania", insiste Oliver.

En la vida de Puyol, dos momentos: cuando Van Gaal impidió que le cedieran al Málaga y le hizo titular y cuando, tras el Mundial 2002, Fernando Hierro casi le convenció para fichar por el Madrid aprovechando el derrumbe culé postnuñista. Tras el show Figo, Florentino no se animó ni él, tampoco. Es de La Pobla, donde nacieron también el político socialista Josep Borrell y Marc Bertrán, lateral del Tenerife. El Mundial le ha hecho perderse el fiestón su pueblo, los Raiers, primer domingo de julio: se trata de bajar el río Noguera Pallaresa sobre troncos, como hacían los viejos 'raiers'. Tarea de gente decidida. Como Puyol.