Alemania conquista su tercer título mundial tras derrotar a Argentina

Acá hay dos opciones: vamos en un avión, le damos un paracaídas al piloto y nosotros nos estrellamos contra cualquier cosa o llegamos a la final. Porque hoy nos vieron 1.500 milllones de personas y nos tienen que volver a ver esa cantidad". La frase de Bilardo retumba en la mente de los jugadores argentinos. Ha comenzado Italia 90 y la sorpresa estalla: Camerún derrota a los campeones (1-0). Desde entonces los argentinos sortean una carrera de obstáculos con situaciones casi esperpénticas para llegar a Roma: rezos a Dios, manos invisibles para el árbitro, dos tandas de penaltis, botellines de agua con sedantes, insultos al público local.., pero cumplen su objetivo. Enfrente, Alemania. El mismo rival al que derrotaron en México 86, pero con renovada: sigue siendo sólida en defensa, pero mejora el centro del campo con jugadores talentosos (Möller, Hässler).

Sin embargo, la final en sí es decepcionante. Argentina, dirigida por un renqueante Maradona, tiene cuatro bajas significativas por sanción: Caniggia, Batista, Giusti y Olarticoechea. Sin embargo, no es hasta la segunda mitad cuando el partido se parte: Monzón es expulsado tras una brutal entrada sobre Klinsmann. Con uno menos, el asedio germano es continuo. Así, y llegando el final, el árbitro Codesal señala penalti tras una entrada de Sensini a Völler en el área albiceleste.

El encargado de lanzar es Matthäus, pero a éste se le había roto una suela de la bota durante la primera parte. En el descanso tiene que cambiarse de par y jugar con uno que no es el suyo. Cuando llega el momento clave, se aparta: "No me sentía suficientemente seguro como para asumir la responsabilidad de lanzarlo". El segundo es Littsbarski, pero en el último momento, el seleccionador Beckenbauer cambia de parecer. Será Brehme, lateral izquierdo, el que ejecute la pena máxima. Éste dispara con su pierna derecha. Es el único gol del partido. Apenas hay tiempo para otra tarjeta roja (Dezotti) antes del último pitido. Alemania es campeona por tercera vez.

Este choque Alemania-Argentina pasa a la historia como la final que ostenta dos récords negativos: es la primera en la que dos jugadores son expulsados y es la primera vez que un equipo finalista no marca. Pero para Beckenbauer no es tan malo: se convierte en el primer capitán y luego seleccionador que alza la Copa del Mundo.