Robben desafía a Kaká

Tiene cierto tinte blanco este partidazo de cuartos en Port Elizabeth: Robben, Sneijder, Van der Vaart y Huntelaar contra Kaká, Robinho y Baptista. Un morbillo madridista rodea al Brasil-Holanda, dos selecciones históricamente potentes de América y Europa. Dos equipazos plagados de futbolistas de elite, que se han medido en tres mundiales (Alemania'74, EEUU'94 y Francia'98), con victoria canarinha en las dos últimas, y oranje en la cita germana. Hoy el pronóstico es incierto ante la evidencia del crecimiento lento pero imparable de la Penta, frente a la electricidad letal de los hombres de Bert van Marwijk.

La 'ciudad de los vientos' acoge el choque de dos tormentas de fútbol. La Brasil de Dunga tira de oficio más que de samba. No tiene más jogo bonito que el fabricado por el ingenio de Robinho, la calidad de Kaká y la finalización de Luis Fabiano. Pero les vale para ser fulminantes, asentados en cuatro defensa de oro: Maicon, Lucio, Juan y Beto, más un porterazo de categoría, como pocas veces o nunca dispuso la canarinha: Julio César.

Ofensivos. Dunga volverá a sentirse cómodo dejándose querer en el césped del estadio Nelson Mandela. Holanda irá, seguro, a por el balón y a la pelea cuerpo a cuerpo con Van Bommel, Sneijder y Van Persie. Y no descartemos el ya llamado 'gol de Robben': de fuera hacia adentro y zurdazo a la red. La Oranje es rápida, infatigable y valiente. Brasil esperará agazapada para sentenciar en un contragolpe de Maicon por la banda o de Robinho, lo que no va con la historia de la Penta, pero sí con su actual estilo prudente y conservador.

Cruyff dijo que "no pagaría por ver a esta selección de Brasil". Algo de razón no le falta, pero quizás despertó al león.

Doce apercibidos de suspensión

Alto riesgo en el partido: doce jugadores están a una tarjeta de suspensión. Quiere decir que podrían perderse la semifinal, donde ahí sí, todos los amonestados quedan limpios de tarjetas anteriores. El problema en Holanda es para Stekelenburg, Van der Wiel, Gio, De Jong, Kuyt, Van Persie, Van der Vaart y Robben, éste último pieza clave del engranaje. Por Brasil, tienen una amarilla Juan, Felipe Melo, Kaká y Luis Fabiano. El caso de Kaká es curioso, porque ya lleva tres, cuando no pasa por ser jugador duro.