ESPAÑA | MUNDIAL 2010
Paraguay espera a España
La selección de Gerardo Martino logra eliminar a Japón en la tanda de penaltis. Komano cometió el único error y clasificó a Paraguay. Antes hubo 120 minutos de fútbol aburrido.
España ya tiene rival: Paraguay . La selección sudamericana tumbó a Japón en la tanda de penaltis (5-3), después de 120 minutos de fútbol aburrido y oportunidades perdidas.
Paraguay y Japón estuvieron obcecados por ser recordados en el Mundial de Sudáfrica y no cedieron ni media hasta llegar a los penaltis, donde un error de Yuichi Komano en el tercer lanzamiento dejó a la selección japonesa fuera del Mundial y lejos de hacer historia.
Los japoneses imploraron después un error similar de José Saturnino Cardozo en el último tiro para tener otra oportunidad, pero el delantero paraguayo atinó en la portería de Kawasama con tranquilidad y seguro de que Paraguay llegaría por primera vez a cuartos de final desde su incursión en la Copa del Mundo, en 1930.
Triste adiós nipón
Japón se va de la peor manera de un Mundial y Komano nunca llegará a ser estrella nacional como lo son Kazuke Honda o Shunshuke Nakamura. Los nipones lucharon 12 años (en el 98 debutaron en un Mundial) por llegar a cuartos y se van sin más, mientras que Paraguay pasó la primera cita con la historia.
Los dos equipos lucharon por quedar en la memoria de Sudáfrica. Mientras que la primera parte estuvo llena de oportunidades fallidas, en la segunda, ninguno de los equipos logró hacer nada, jugaron a la especulación. La prórroga sólo fue un conjunto de errores, faltas y tiros mal colocados que llevaron a ambas selecciones a jugárselo todo en los penaltis.
Paraguay no consiguió atinar. Lo intentó en múltiples ocasiones pero la defensa japonesa fue siempre acertada. Roque Santa Cruz atacó constantemente, pero firmó uno de sus peores partidos antes de ser suplido por Cardozo en el minuto 90.
El Jabulani no ayudó
Japón, el único equipo que ha jugado con el mismo once todos los partidos, confiaba en que tenía todo a su favor tres armas secretas: el Jabulani, Honda y el tiro lejano. Tres cosas que al combinarse pueden ser una bomba como se demostró en el partido que los puso en octavos de final, contra Dinamarca. Esta vez no fue así, la defensa paraguaya, especialmente por medio de Cristian Riveros y Antolín Alcaraz, tampoco permitió ninguna jugada a balón parado, ideal para los nipones, que confiaban en aquel "tiro de águila", bautizado así por Oliver y Benji.
Aunque el balón de Sudáfrica se lleva bien con los nipones, que les es familiar, al ser utilizado en la J-League japonesa, a la hora de la verdad, no estuvo de su lado.
Komano estrelló su disparo en la tanda en el larguero y despidió a Japón en medio de una histórica celebración paraguaya.