Honda y Endo contra el 'catenaccio' con salsa

El fútbol nació en Paraguay", pontificaba ayer L'Osservatore Romano. El diario de El Vaticano asegura que los guaraníes le pegan patadas a una pelota desde el siglo XVII, lo que explicaría bastantes cosas. La primera y principal que defiendan tan bien, tan pacientes, tan condenadamente ordenados. Claro: llevan ya 400 años esperando al balón.

Y ochenta, Paraguay participó en el primer Mundial, el de 1930, aguardando unos cuartos. Nunca pasaron de octavos, igual que su rival de hoy, Japón. Si aceptamos que los paraguayos alumbraron el fútbol habrá que convenir también en que el dichoso Jabulani nació en la tierra del Sol Naciente. La nipona es una de las pocas Ligas donde se ha estado jugando todo el año con la pelota infernal y se nota en el toque: dos de los tres goles de friqui en este torneo los han hecho jugadores japoneses, Honda y Endo. Ellos dos representan el fútbol alegre y furioso de los japoneses, que mandan sin contarlos hombres al ataque. Así se manejaron ante Dinamarca, a la que canearon antes de tener que ponerse a rezar. Y casi les empatan, porque no entienden de nadar y guardar...

...Esa especialidad paraguaya. Catenaccio suramericano, con salsa, de una selección repleta de hombres que saben parapetarse desde la cuna. Fútbol sin digerir el de Paraguay, en las antípodas del tiqui-taca. Nadie se sonrojó por aguantarse el punto contra Nueva Zelanda, les valía para ser primeros. Ellos se limitan a esperar, destruir y despreciar el toque: balones arriba y que sus hombres de calidad (ahora muchos: Santa Cruz, Barrios, Valdez, Cardozo...) definan en alguna o algunas. Lo dicho: juegan kamikazes contra maquiavelos.

"Los guaraníes ya la pateaban"

"Los guaraníes no lanzan la pelota con la mano, sino con la parte superior del pie descalzo, enviándola y devolviéndola con gran ligereza y precisión". Eso dicen las memorias de José Manuel Peramás, un jesuita español que pasó varios años en aquellas tierras y en ellas se ampara L'Osservatore Romano para defender: "Los guaraníes de hace tres siglos ya jugaban al balón con maestría. Son los verdaderos inventores del fútbol".