Messi y quizá, Chicharito

Es domingo, día de fiesta por excelencia, juega Argentina, juega Messi, vuelve Higuaín, dirige Maradona, pobres mexicanitos Podría seguir transmitiéndoles consignas argentinas que se escuchan por aquí en estas vísperas de su partido de octavos con México. Es la tradición que rodea a la albiceleste, mitad risa y la provocación, que alcanza su cenit en que este partido es el ensayo general de la final para ellos. Se sustenta en que Argentina sólo volverá al Soccer City, el gran estadio de Johannesburgo ('Joburg' dicen por aquí) y del Mundial, para disputar la finalísima y también en domingo, el 11 de julio. Antes, de avanzar en el torneo, jugará en Ciudad del Cabo (cuartos) y Durban (semifinal)

Bien es cierto que ni Maradona ni sus jugadores han participado de este 'mexicanicidio' de vísperas, conscientes de que el partido hay que jugarlo. Son favoritísimos pues se han impuesto las más de las veces (siempre con México dando la cara y hoy no va a ser la excepción) y llegan con tres victorias mientras que México conoció los tres resultados en la fase de clasificación.

Diego retoca lo justo: Otamendi por Jonás Gutiérrez y Burdisso por el renqueante Samuel en defensa, más Maxi Rodríguez por Verón en la zona ancha. El resto, los clásicos al mando de Messi. "El pueblo argentino merece que jueguen los mejores y son estos", dijo Diego El Sentencias.

¿Y por qué no?

Para México ganar es volver a cuartos, ático que no visitan desde el 86, su Mundial (les eliminó Alemania por penaltis) y espantar fantasmas: sólo ganaron a la albiceleste cuatro de los 26 partidos que disputaron y empataron once. Mal balance...

Sí, es Argentina, ¿y qué? Se le puede ganar", dijo ayer Rafa Márquez, que prefiere no mirar atrás. Ni a Alemania 06, el zurdazo de Maxi, ni al sombrero de Messi en la Copa América 2007. Márquez puede reforzar el mediocampo, volver Blanco, que pese a sus 37 años se está revelando como un tipo de lo más fiable y, se espera, Javier Hernández, Chicharito convertido en titular. Cuando le dio bola, el chico respondió y prensa y afición mexicanas claman por su presencia en el equipo por una sencilla y poderosa razón: ninguno de los delanteros de más edad lo hicieron mejor. Aguirre y su valor dirán.