Ataque total de Hitzfeld y Rueda sólo quiere "honor"

Los vendedores de transistores se ponen estos días las botas en Sudáfrica. Pocos grupos del Mundial no se resuelven en los dos partidos al mismo tiempo, con tantos postreros, diferencia de goles, alguna controvertida decisión arbitral. Eso mismo le ocurre al pelotón del H. En el Suiza-Honduras que nos ocupa, los helvéticos pasarían seguro a la siguiente fase si ganan por dos goles de diferencia a Honduras. Y serían primeros si además Chile pierde ante España. Los hondureños necesitan la derrota española y, si ésta llega por un solo gol, ellos deberían ganar por tres, al menos.

Un galimatías. Las calculadoras echan humo, encontrarán varias combinaciones en la 2-3. Queda claro que Suiza, por recorrido y potencial, lo tiene más potable. Hitzfeld alertó de "agujeros defensivos" en los hondureños y por ahí intentará hurgar con un equipo más ofensivo que de costumbre. Se habla de dos delanteros, Frei y N'Kufo, e incluso de tres si decide poner al veterano Yakin en una de las bandas. Ha valorado también darle recorrido a al ala zurda con la inclusión del carrilero Magnin. Aunque esta hipótesis, el bueno de Ottmar nunca fue tan atrevido, parece más descartable.

Los hondureños no creen demasiado en la clasificación, quizá porque no piensan que Chile vaya a superar a España. Rueda, su técnico, pide "honor", pero prepara un equipo muy parecido al que ha colocado antes. Si saca algún punto, lo celebrará.