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Mundial 2010 | Corea del Norte 0-Costa de Marfil 3

Costa de Marfil creyó en el milagro pero no pudo consumarlo

Con Drogba a la cabeza, los africanos salieron a comerse el partido, conscientes de la goleada que necesitaban para mirar al otro choque del grupo G. No pierderon la esperanza hasta que Undiano Mallenco pitó el final. Touré Yaya, Romaric y Kalou permitieron soñar a "Los Elefantes", pero fue demasiado tarde.

ESTHER SÁNCHEZ-INFANTE
Costa de Marfil creyó en el milagro pero no pudo consumarlo

Corea del Norte y Costa de Marfil se van del Mundial de Sudáfrica después de que los africanos vencieran a los asiáticos por tres goles a cero. Brasil y Portugal fueron los clasificados del grupo G. Este partido, a penas sin trascendencia, fue la despedida de dos selecciones que dejaron sensaciones muy distintas. Los de Drogba creyeron en el milagro que les metía en octavos; para ello debían golear a los norcoreanos y que Portugal perdiera contra Brasil, salvando un colchón de nueve goles. Lo intentaron hasta la extenuación los africanos pero no pudo ser. Se encontraron con un rival derrotado y mermado psicológicamente por el 7-0 que les endosó el combinado de Cristiano Ronaldo. Esos fueron los ingredientes con los que tuvo que lidiar el español Undiano Mallenco, que estuvo correcto en su arbitraje.

"Esto todavía no se ha acabado", aseguraba ayer el defensa marfileño Guy Bemel, en lo que se convirtió en toda una declaración de intenciones para el equipo que dirige Eriksson. Ya se sabe que la esperanza es lo último que se pierde y Costa de Marfil saltó al césped del Mbombela con el cuchillo entre los dientes, esperando "despedazar" a su rival. Con Didier Drogba como capitán del timón, "Los Elefantes" dominaron el choque de cabo a rabo. De hecho, no tardaron más de un minuto en avisar a los asiáticos de lo que se les vendría encima a lo largo del partido. Un auténtico asedio sufrió Ri Myong-guk bajo los palos.

Poco hizo Corea del Norte por intentar salvar su honor, mancillado por la goleada de los lusos y por su más acérrimo rival: Corea del Sur, que se ha colado en octavos. Fue un equipo adormilado, sin imaginación, ni desborde, que desde el principio se vio superado con creces por los africanos. Después de un gol bien anulado a Drogba, Touré Yaya adelantaba a Costa de Marfil en el 14' a pase de Boka. Dos minutos después Romaric estrelló un gran tiro en el palo norcoreano. Y cuatro más tarde, la gran participación del jugador del Sevilla se materializó en el segundo gol de los africanos. El tanto llegó tras una espléndida jugada de Drogba, que disparó el esférico a la madera y Romaric, listo, remató el rechace de cabeza.

Mientras tanto, los norcoreanos no tenían ni esa voluntad de la que han hecho gala a falta de fútbol. Las pocas ocasiones con las que contaron fueron a balón parado, ya que la posesión del balón fue mayoritariamente para Costa de Marfil en todo momento. Gervinho tuvo en sus botas el tercer gol antes del descanso gracias a un pase, otra vez, de Drogba. El delantero del Chelsea se echó el equipo a la espalda a pesar de que no está en su mejor momento.

Demasiado tarde para los marfileños

Los dos equipos volvieron de los vestuarios sin cambios en sus filas. Todo marchaba bien para los de Erikson, no tanto para los de Kim Jung Hun, que nada tenían ya que perder. La segunda parte fue más de lo mismo, eso sí a un ritmo mucho más pausado. El objetivo de los africanos seguía vivo con el empate a cero en el partido entre brasileños y portugueses. Y murieron con las botas puestas. El tiempo corría y necesitaban más goles. Algo había que hacer. Erikson en el minuto 78 ya había efectuado los tres cambios: Kalou por Keita, Dindane por Gervinho y Doumbia por Romaric. El equipo respiró y como respuesta a una ocasión de gol de Corea del Norte, a cargo de Jong Tae Se, "Los Elefantes" marcaron su tercer gol. Esta vez fue Kalou en el 82. Cinco minutos añadió el árbitro español, que dejó sin validez un gol africano por fuera de juego.

Demasiado tarde reaccionó Costa de Marfil en el Mundial de Sudáfrica, donde a priori se presentaba como una firme candidata a llegar a octavos a pesar de estar encuadrado en el grupo de la muerte. Africanos y norcoreanos dijeron adiós, mientras que Brasil y Portugal alcanzaron la siguiente ronda como primero y segundo del grupo G.