"El fútbol es un camino para salir de la pobreza"
La clasificación levantó al país.

El fútbol es el deporte rey para los ocho millones de habitantes de Honduras. "La potra (el fútbol jugado en la calle entre piedras) vuelve locos a los niños y abundan las escuelas de fútbol. La pelota es un camino para salir de la pobreza y sí, la mayoría de futbolistas hondureños procede de barrios pobres, los barrios ricos no dan jugadores", nos cuenta el periodista Enrique Lanza. Barrios de los que proceden Wilson Palacios (Tottenham), David Suazo (del Genoa cedido por el Inter) y De León (Parma), que representan a su país en el extranjero.
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Para Honduras la clasificación para este Mundial fue un bálsamo milagroso. "La descomposición social que produjo el golpe que acabó con el mandato presidencial de Mel Zelaya (exiliado en Costa Rica) encontró un momento de equilibrio nacional con la vuelta de la selección a una fase final 28 años después de la primera, España 82", explica Lanza.
Bálsamo milagroso, decíamos, porque lo fue. Honduras se clasificó en el último segundo del último partido de las eliminatorias. El equipo de Rueda hacía sus deberes ganando 1-0 a El Salvador, pero necesitaba que EE UU no perdiera con Costa Rica y los Ticos iban 2-1 en el alargue. Pero en el 95, el yankee Bornstein marcó el empate. "El país saltó de alegría", recuerda Lanza. Honduras es el país más futbolero de su entorno. Su Liga tiene diez equipos y el Olimpia de Tegucigalpa es el más laureado. El salario medio de un futbolista en Honduras es de 1.800 dólares mensuales, pero los hay que llegan a los 10.000. Pese a que en la Liga española no juega ningún hondureño, nuestro campeonato es el más seguido en Honduras...



