Italia invoca al espíritu de Paolo Rossi ante los kiwis

No jugó mal Italia ante Paraguay pero fue acercarse al área y fundirse los plomos. Falta talento, sí, eso ya se sabía, el problema es que Lippi tampoco encuentra gol y ahí el problema pasa a ser mortal. Y crónico: en sus últimos 6 partidos la azzurra lleva 4 goles, sólo uno de ellos de un delantero, el suplentísimo Quagliarella. El técnico ha dado un toque a sus atacantes y hoy, ante la débil Nueva Zelanda, toca cásting, con Gilardino, Iaquinta y Di Natale jugándose el puesto de cara a compromisos mayores.

Los kiwis, que lograron in extremis ante Eslovaquia su primer punto mundialista, no tienen secretos. Tres centrales apañados que juegan en Europa flanqueados por dos carrileros que son lo mejor del equipo, sobre todo el diestro Bertos; en mediocampo, fuerza sin brillo, y arriba tres puntas limitaditos, aunque Fallon no es despreciable. Tienen poco, pero lo explotan con sensatez.

Por lo demás, Italia ha resuelto la ausencia de Pirlo hasta el próximo partido gracias al talento intermitente de Montolivo y el paso adelante de De Rossi, el nuevo líder, que pese al empate inicial no titubea: "No llegar a semifinales sería un fracaso". Por eso llevan cuatro Mundiales. Pero, claro, siempre tuvieron gol. Su esperanza está en España 82, cuando su punta no marcó hasta el quinto partido, pero luego... Seis goles seguidos e Italia, campeona. Ya saben: se busca Paolo Rossi.