Mundial 2010 | El ambiente en las calles
Soweto está triste
La derrota del anfitrión ante Uruguay aguó la fecha conmemorativa del levantamiento contra el 'apartheid'. Sin embargo, los habitantes del barrio más popular de Sudáfrica no pierden la esperanza de seguir adelante. Y, si caen, buscarán otra selección para seguir animando sin parar.
A causa de la derrota ante Uruguay, los habitantes del barrio más popular de Sudáfrica no pudieron conmemorar el 16 de junio, aniversario levantamiento de la juventud contra el apartheid. Diego Forlán y los suyos se bastaron y sobraron para aguar la fiesta a los más de tres millones de ciudadanos que viven en Soweto, que deseaban celebrar con una victoria la fecha emotiva en la que los jóvenes del barrio se negaron a estudiar en la lengua del opresor. Ahora se ha inaugurado una estatua en recuerdo a Mashinini y un obelisco dedicado a los luchadores por la libertad.
A pesar de la derrota, las celebraciones no se han interrumpido. Tampoco la pasión por el Mundial. Pops, participante en una competición de carteles para artistas jóvenes de Soweto, opina que en la derrota de los Bafana Bafana falló el entusiasmo del primer día: "Carlos Alberto Parreira quiere que los nuestros jueguen a la brasileña. Si hubiéramos impuesto nuestra superior fuerza física habríamos derrotado a Uruguay".
Ante el 8115 de Villakazi Street, en West Orlando (la zona chic de Soweto) donde se encuentra la antigua casa de Madiba (Nelson Mandela) convertido en museo y lugar de peregrinación para propios y extraños, Pindile, Sibonaile, Theo, Bridelette y Teboed rumian su tristeza mientras contemplan la exhibición de danza Sangom a cargo de unas jovencitas de su misma edad. "La culpa de la derrota", dice Pindile, "hay que atribuirla a la jugada del segundo gol, cuando el árbitro señaló penalti y expulsión de nuestro portero. De no ser por eso, los Bafana Bafana podrían haber reaccionado y empatado el partido".
Para Theo, no todo está dicho: "Sudáfrica aún puede reaccionar, derrotar por 3-0 a Francia y clasificarse para la segunda fase. La cuestión está en tener fe y salir con la convicción y fuerza del primer partido". De todos modos, tal es la ilusión y el orgullo que sienten todos los jóvenes de Soweto por albergar un evento como la Copa del Mundo, que no parece asustarles demasiado la posibilidad de ser eliminados en la primera fase. "Si caemos", dice Pindile, "no pasa nada, prestaremos nuestro apoyo a otra selección y seguiremos animando con las vuvuzelas como hemos hecho hasta ahora".