Australia bloca el ímpetu de Ghana con diez jugadores

Lo mejor que puede pasar en los partidos de este Mundial, algo anodino hasta la fecha, es que una selección se adelante pronto. Aunque ni siquiera sea por mérito suyo. Que se rompa el partido. Porque es entonces cuando se dejan atrás los complejos, los cálculos y las tácticas. Aprieta el agobio del afectado y su inercia de ganador le obliga a revertir la situación e ir a ganar. Se adelantó Asutralia contra pronóstico, después del 4-0 encajado ante Alemania. Y lo hizo tras un fallo del portero rival, como viene siendo habitual en el torneo. Disparó de falta Breciano, el esférico zigzagueó hasta toparse con Kingston, incapaz de retenerlo, y el rechace lo rentabilizó Holman que dejaba el Grupo D empatado a tres puntos. Era increíble y auguraba una última jornada apasionante, pero duró poco.

Ghana, sabedor de su potencial, abordó el intento de remontada de la mano de André Ayew. En la salida de un córner, el mencionado recogió el balón tras sacarlo él mismo y traspasó literalmente por fuerza y potencia a un defensa, luego a otro hasta conseguir centrar al área en busca de una pierna amiga. La de Jonathan Mensah, que disparó de primeras. El balón, con dirección a la red se topó con la mano de Kewell, que ejerció de portero en el segundo palo. Penalti y expulsión. Asamoah Gyan no perdonó, como hiciera ante Serbia, y puso el empate que sería definitivo. Australia, sin su mejor jugador y delantero hoy Harry Kewell (Cahill estaba sancionado), afrontaba 65 minutos con uno menos ante una Ghana hambrienta, que fue perdiendo apetito con el paso de los minutos, conforme con su liderato.

Parecía que era cuestión de tiempo que los 'Socceroos' se hundieran. Aguantaron la primera parte porque Schwarzer sacó una mano prodigiosa a un tiro de Kevin Prince Boateng, tras una recuperación y un poderoso arranque del jugador del Portsmouth, que le situó en el área rival. Y aguantaron todo el partido por la buena actuación del veterano portero australiano, por la solvencia de Neill y Moore en defensa, por la falta de temple y puntería de Ghana y porque que Australia no se arrugó. De hecho Chipperfield pudo marcar de cabeza nada más saltar al campo y después Wilkshire se topó con Kingston cuando ya se cantaba el gol. Pim Verbeek dio una lección de valentía y en la segunda parte, con uno menos, sacó a dos delanteros: Kennedy y Rukavytsya. En los últimos minutos, pudo ganar cualquiera pero el resultado ya no se movió.

Terminada la segunda jornada en el Grupo D , Ghana es líder con 4 puntos, tras la victoria ante Serbia gracias a aquella mano de Kuzmanovic y el empate de hoy. La selección de Milovan Rajevac ha sabido esperar sus oportunidades y con dos penaltis a favor tiene en su mano, nunca mejor dicho, estar en octavos y apunta a ser la selección revelación. Ayew, el mejor del partido hoy, ofrece verticalidad, desborde, juventud y una gran ambición; Gyan es el encargado del gol: fiable desde los once metros y con el fusil siempre listo; Tagoe y Asamoh completan el ataque con llegada y disparo desde la frontal; Annan es el guardaespaldas, el encargado de suplir a Michael Essien. Y luego la defensa es un 'overbooking' de vigor: Sarpei, Jonathan Mensah, Addy y Patnsil. Infranqueables en el desborde, aunque espesos en la salida de balón. El meta Kingston es el que más dudas ha generado hoy, por su irregularidad.

A Ghana le siguen Alemania y Serbia con tres puntos y Australia, que hoy mereció más por su coraje, con uno. Los de Verbeek necesitan ganar a Serbia en la última jornada y esperar que su rival de hoy venza a Alemania. Complicado grupo.