Mundial 2010 | El ambiente en las calles
De los Bafana Bafana a los Eagles
Hilbrow es un importante barrio de Johannesburgo que se ha convertido en hogar de muchos de los inmigrantes llegados de Zimbabue, Malawi, Mozambique y Nigeria. También es un lugar conflictivo en el que en 2008 se desarrollaron graves e importantes episodios sangrientos.
Abandonado por los blancos, que solo acuden allí para lo imprescindible, el céntrico barrio de Hilbrow se ha convertido en el hogar de muchos de los inmigrantes africanos venidos de Zimbabue, Malawi, Mozambique y Nigeria. Hilbrow, es, evidentemente un pulmón económico de envergadura de la ciudad, pero también un lugar conflictivo y en el que se desarrollaron algunos de los episodios más sangrientos durante los sucesos de 2008, cuando los sudafricanos declararon la guerra a los inmigrantes africanos con el resultado de decenas de muertos en Johannesburgo, Ciudad del Cabo y Durban.
Los nigerianos no fueron los peor parados, a pesar de que su presencia en Hilbrow es más que evidente, pero muchos de ello acabaron en los hospitales o perdieron la vida, pero en estos días el sonido atronador de las vuvuzelas y el clamor de las calles repletas de aficionados festejando juntos la celebración del Mundial ha acercado a los Supereagles y a los Bafana Bafana.
Todos los días, llueva o diluvie, Hillbrow se convierte desde primera hora de la mañana en un hervidero de etnias y tribus, con los nigerianos a la cabeza, de los más variados negocios. "El número exacto de nigerianos en Sudáfrica nos dice Ibo Gerrard, dueño de un bar-espectáculo, "es muy difícil de calcular porque hay mucha gente en situación irregular. Son gente trabajadora que sufrió y perdió mucho con los ataques de 2008, pero todo eso está olvidado. Llevo 15 años aquí, y aunque soy nigeriano de origen cada vez me siento más sudafricano. Mi equipo son los Bafana Bafana y deseo que ganen esta Copa del Mundo, aunque cuando juega Nigeria me tira el corazón".
Dueño de una tienda de ropa, Joseph se despacha con una sentencia lapidaria cuando define las relaciones económicas y deportivas entre Sudáfrica y Nigeria, su país de origen: "El león siempre es un león aunque este viejo y nunca se ha visto que el springbook (una especie de antílope) pueda zamparse a un león, pero vaya por delante que apoyo a los Bafana Bafana y a Sudáfrica por el éxito del Mundial. Les apoyaré siempre que no se crucen en el camino mundialista de los Super Eagles".
Para, Maired, natural de Lagos y dueño de una tienda de licores, los sucesos de 2008 son agua pasada. "No me afectaron, vivo de mi negocio y ni entro ni salgo, pero si que he notado que el Mundial ha servido de bálsamo para muchas cosas, y, por ejemplo ahora se ve a muchos nigerianos con las camisetas de los Bafana Bafana. Todos procuramos llevarnos bien y olvidar lo sucedido en el pasado".
Pero a pesar del Mundial, la mala fama que precede a los nigerianos en Sudáfrica sigue en el aire. "A veces nos lo merecemos", afirma Nina, que sed gana la vida como peluquera en l ciudad. Y explica una de las razones: "Hay demasiada prostitución y corrupción en Hillbrow". De todo, sin embargo, se olvidan estos días sus habitantes. El Mundial puede con todo y sus habitantes le viven con la máxima intensidad cada día.