Sólo detalles de Cristiano

La presencia de Brasil en el grupo provocó que Portugal y Costa de Marfil afrontaran el encuentro más preocupados de no perder que de ganar. De ahí que uno de los partidos atractivos del arranque mundialista terminara decepcionando. Tras el buen encuentro de Messi contra Nigeria se esperaba el debut de Cristiano. El capitán luso lo ha ganado todo a nivel individual y de clubes, pero le falta un gran éxito con Portugal. De ahí que se le viera totalmente concentrado mientras sonaban los himnos. Ya sobre el césped, hizo su presentación en el Mundial a los once minutos. Se perfiló desde unos 30 metros y lanzó un trallazo que pegó en el palo derecho de la meta de Barry. Esa fue la única ocasión de clara del primer tiempo. Poco bagaje para dos conjuntos demasiado atenazados por el temor de perder.

Dos sistemas.

Portugal se plantó sobre el césped con ganas de presentar un partido abierto y jugado de tú a tú. Sin embargo, se encontró con un rival pertrechado en su campo y que basó todo su fútbol en rápidas aproximaciones a la meta de Eduardo. Tras un primer tiempo de tanteo, ambos equipos rompieron la tregua de no agresión tras el descanso y comenzaron las hostilidades. Gervinho fue el primero en intentarlo, pero su tiro lo despejó Eduardo. La salida de Costa de Marfil sorprendió a Portugal, que tardó unos minutos en responder por un cabezazo de Liedson. Con el partido más abierto, Queiroz y Eriksson tomaron cartas en el asunto. El portugués dio entrada a Simao y Tiago, en lugar de Danny y Deco, que no encontraron su sitio. Eriksson tiró de su gran baza: Drogba.

Con las dos grandes estrellas sobre el césped, se esperaba que el final estuviera a la altura de sus protagonistas, pero el desenlace terminó decepcionando como el resto del partido. Demasiado empuje, poca precisión. Al final, Drogba se fue del partido casi como llegó y Cristiano tuvo que buscarse la vida a balón parado.

El detalle. Deco criticó a Queiroz

Deco cargó contra la estrategia empleada por Portugal y su demarcación. "El error fue querer ganar en 45 minutos. Nos creó ansiedad. Queiroz me pidió que me abriese a la derecha, cosa que nunca había hecho, y luego me cambió".