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MUNDIAL 2010 | ESPAÑA 0 - SUIZA 1

Toque de atención a España

La Selección dominó, fue dueña absoluta del balón, disparó más de 20 veces a portería, pero le faltó el último pase y fue incapaz de atravesar el entramado defensivo de Suiza, que se encontró con un tanto afortunado y supo administrar con orden, disciplina e inteligencia esa renta. España ya ha agotado el comodín que tenía y no puede permitirse más errores. Pese a la derrota, estos jugadores se han ganado el crédito para que no dudemos de ellos.

<b>TROPIEZO.</b> España inicia con una derrota su participación en el Mundial 2010.
TROPIEZO. España inicia con una derrota su participación en el Mundial 2010.REUTERS

España entró en escena y no tardó en convertirse en protagonista de este Mundial , en desafortunada protagonista, porque ya es la primera candidata al título derrotada en el torneo. Un serio toque de atención que no debe hacernos dudar de este equipo, de su idea y de su estilo. Fue un encuentro que recordó amargamente al choque contra Estados Unidos en la última Copa Confederaciones. Dominio absoluto de España, con una abrumadora superioridad en la posesión del balón y en el remate, pero triunfo del rival. Aquel día, los estadounidenses; esta vez, los suizos, un combinado tan correcto como discreto, que hizo lo que supo y no pretendió ir más allá. Se encontró con un gol producto del error y del infortunio hispano y supo después administrar su renta.

El tropiezo eleva el nivel de exigencia para la Selección en esta primera fase, donde ya no se admiten más errores. En estos torneos tan cortos y de tan alta exigencia se permite, en el mejor de los casos, un tropiezo. España ya ha gastado ese comodín contra Suiza.

Lo cierto es que no caben excesivos reproches para la Selección, pero puestos a dudar sí se echó en falta una mayor participación de Xavi, que no tuvo el peso que acostumbra en el juego y dejó a España sin ese último pase que tanto se añoró; una mayor contundencia en el remate, que sirviera para convertir en gol alguno de los 24 remates; un mayor ritmo y velocidad en el toque; y liberar algunas de las posiciones de mediocentros defensivos para descongestionar esa zona.

La Selección fue fiel a sí misma incluso en la derrota, expuso sus argumentos, que son muchos. Este grupo tiene una idea en la cabeza, un estilo, una forma de vida que le condujo al título en la Eurocopa y debería llevarle al mismo destino en el Mundial. No hay contratiempo ni obstáculo que les haga perder el rumbo, ni siquiera ese gol de Fernandes, que llegó después de una combinación de desafortunadas decisiones y acciones de Busquets, Puyol, Piqué y Casillas. Pese al gol no abandonó su idea España, que buscó el empate por el mismo camino que había andado con anterioridad, pero que esta vez no le condujo a ningún sitio.

España tocó siempre con paciencia, recuperó rápido el balón, porque no hay mejor forma de defender, y acabó todas sus jugadas para no dar opción al contragolpe. Los suizos salían a presionar al hombre que tenía el balón, un obstáculo que era superado por los españoles con un simple toque. Todo según lo previsto, salvo algún pequeño desajuste, como esa escasa presencia de Xavi. Mucho más peso tuvo Iniesta, presente en todas las acciones con peligro que firmó España en el primer tiempo. Demostró estar totalmente recuperado de su lesión, pero al pequeño centrocampista se le acumulan los problemas esta temporada y no pudo completar el encuentro por un golpe.

La primera parte fue un dominio sin gol de España, que pudo variar el rumbo del partido hasta en tres ocasiones. La más clara fue para Piqué. Pase genial de Iniesta al central, que después de recortar a Grichting falló en el mano a mano ante Benaglio. Piqué es un central con alma de delantero, pero pies de defensa. Se juntaron después Silva e Iniesta, que fue derribado en el borde del área por Grichting cuando se disponía a encarar a Benaglio. Y ya cerca del cierre fue Villa quien perdonó.

El paso por los vestuarios sirvió para tomar aire y para reforzar la idea en un estilo que nunca abandonó la Selección, ni siquiera después del enorme golpe recibido con el gol de Gelson Fernandes. Saque en largo de Benaglio, Busquets no acertó a despejar, Puyol salió mal al cruce y el despeje de Casillas rebotó en Piqué. El balón quedó suelto para que Fernandes lo empujara a la portería.

Varió el dibujo Del Bosque con la entrada de Torres, al que se le ve falto de rirtmo, y Navas por Busquets y Silva. Pasó a jugar España con un claro 4-4-2, con Navas pisando la banda derecha e Iniesta arrancando desde la izquierda. Cambió el esquema, pero no la filosofía. España continuó tocando y tocando, pero le faltó el último pase, ese toque de genialidad que derribara el muro construido por Hitzfeld delante de Benaglio.

Acarició el gol Xabi Alonso, con un misil que se estrelló en el larguero, y tampoco acertó Navas poco después. Lo intentó también Pedro, el sustituto de Iniesta, desde la izquierda, y asustó Derdiyok con un remate que se fue al poste. Nada cambió y España se llevó el primer disgusto de este Mundial .