Así jugó España

CASILLAS. Sin apenas trabajo en la primera parte, en la segunda se le triplicó. No tuvo suerte en el gol encajado; salió rápido para despejar, pero el balón rebotó en Piqué y quedó vendido.

PUYOL. Comenzó en la parte izquierda de la defensa, algo inusual, intercambiando su posición con Piqué. Seguro casi siempre, se multiplicó en ataque, pero sin orden dentro del desconcierto general. Tampoco supo despejar la patada a seguir del 0-1.

PIQUÉ. Un gigante, pero sin suerte. En el arranque del Mundial no rehuyó su papel habitual, fue el encargado de subir el balón hasta el centro campo y llegó hasta el área. Suya fue la ocasión más clamorosa de España: en el 24' aprovechó un pase de Iniesta para recortar dentro del área y quedarse sólo ante el portero, que supo aguantarle para evitar el 1-0. En el 0-1 no se entendió con Casillas y acabó con un fuerte golpe en la cara en su intento desesperado por evitar el gol.

RAMOS. Todo pundonor, arrancó con un par de subidas consecutivas por la derecha, en las que combinó con Silva. Una jugada individual suya acabó con el balón en el lateral de la red. En la segunda parte siguió insistiendo por su banda, con centros y remates que no encontraron portería.

CAPDEVILA. No tuvo trabajo en defensa, y debió aprovecharlo para ofrecerse más en ataque. Su espeso arranque fue mejorando con el paso de los minutos, en los que se mostró más participativo.

BUSQUETS. Desafortunado. Sin peso en el juego del equipo, quedó marcado por la acción del 0-1, en la que falló al despejar el balón que propició el tanto de la derrota. Fue sustituido en el 60' por Fernando Torres.

XABI ALONSO. Contundente en el corte y eficaz tanto en la conducción como en el pase. Un seguro desde el primer minuto, aunque se estorbó con Busquets. Tras el gol de Suiza se duplicó, y pudo empatar de un potente derechazo que repelió el larguero.

XAVI. Desconocido. Comenzó desubicado y sin ritmo, fruto de la estrecha vigilancia de los suizos, que no dudaron en emplearse duro con él. Aún así, estuvo muy lejos de su nivel. Se limitó a moverla en corto, sin profunidad, y se echaron de menos sus pases y su creatividad. Muy lejos de su nivel. España le necesita.

SILVA. Extraordinario. Muy participativo desde el pitido inicial, fue de los más incisivos en ataque, sobre todo en su conexión con Ramos e Iniesta. Arrancó por la derecha, pero en el 5' Del Bosque le cambió de banda, y luego fue barriendo todo el borde del área, ofreciéndose en los desmarques y creando espacios. Dejó solo a Iniesta con un gran pase, y estuvo a punto marcar en el arranque de la segunda mitad. Luego asistió a Villa entre líneas pero este no supo aprovecharlo. En el 62' dejó su puesto a Navas.

INIESTA. El genio. Sin duda, las ansias por su recuperación estaban justificadas. El mejor fútbol salió de sus botas. Puso la imaginación en los metros finales, llevando mucho peligro en cada acción. Fue el cerebro de España en el primer acto, y a la media hora provocó una falta al borde del área en un contraataque que pudo suponer la roja para el defensor suizo. Perdonó el empate en el 63'. Lo peor, que se retiró lesionado en el 76'.

VILLA. Acelerado. No dispuso de muchas ocasiones en el primer acto, pero al borde del descanso erró una muy clara dentro del área al intentar picar el balón ante el portero tras tumbar a su defensor con un buen recorte. Tuvo el 1-1 en sus botas en un pase al hueco de Silva, pero estuvo lento.

TORRES. Falto de ritmo, pero imprescindible. Su sola presencia en el campo trasladó los nervios a la zaga suiza. En apenas diez minutos dispuso de dos ocasiones, pero en ambas evidenció su falta de ritmo por culpa de la lesión. La velocidad no acompañó a su motivación en los instantes finales.

NAVAS. Revulsivo. Salió en el 62' por Silva, y pudo empatar en dos ocasiones; primero de fuerte disparo dentro del área, y luego desde fuera, con un lanzamiento raso cruzado que salió rozando el poste.

PEDRO. Tardó en enchufarse a un partido que exigía épica. Aún así, se ofreció al borde del área y creo espacios.