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Mundial 2010 | Japón 1 - Camerún 0

Honda desconcierta a un Camerún decepcionante

Pésimo estreno de Etoo y los suyos ante un rival vulgar

<b>GOL DECISIVO. </b>El zurdo del CSKA Honda desniveló el debut ante Camerún con este gol dentro del área pequeña al borde del descanso.
GOL DECISIVO. El zurdo del CSKA Honda desniveló el debut ante Camerún con este gol dentro del área pequeña al borde del descanso.reuters

El Mundial de África dejó ayer la primera de las grandes decepciones del torneo. La Camerún de Etoo, uno de los equipos del continente negro llamados a relanzar por fin al fútbol africano, se pegó un patinazo considerable ante Japón , que tampoco necesitó hacer demasiado para conseguir una victoria importantísima para sus intereses. La gran bandera de este fracaso de los leones indomables fue Samuel Etoo. El interista jugó de extremo derecho, una posición en la que Mourinho le ha sacado rendimiento esta campaña, pero que deja al descubierto sus carencias técnicas. Etoo es un nueve de área y lejos de ella es parte de la vulgaridad. Así lo ha sido siempre y así lo fue también ayer.

Pero no sólo él estuvo catastrófico. Otros muchos jugadores importantes como Makoun o Webó pasaron desapercibidos y sólo tras la entrada de Emaná, Geremi e Idrissou, los tres sorprendentes suplentes en una inexplicable decisión de Le Guen, mejoró algo el equipo camerunés.

Para entonces la sorpresa ya había saltado. Japón había completado una preparación mundialista llena de dudas y malos resultados, pero enseguida demostró que tiene jugadores de calidad arriba. El extremo diestro Matsui es uno de ellos y una jugada suya la convirtió en gol Honda, el mejor del encuentro, cuando la primera parte se extinguía.

Incapacidad.

La jugada entre ambos fue el único destello de talento de un partido flojo y que fue perdiendo enteros según maduró. Camerún se lanzó al ataque por la vía rápida, con balones largos y cómodos para los dos buenos centrales japoneses, y tan sólo un lejano disparo al larguero del lateral Mbia inquietó a Kawashima. Contrario a lo que siempre han sido los equipos africanos, a Etoo y los suyos les faltó atrevimiento y les sobró orden. El mundo al revés, vaya.