"Parece imposible llegar a un acuerdo con el Depor"

Parece imposible que ahora lleguemos a un acuerdo con el Depor. Si no lo hemos conseguido en un año, en quince días...". Avelino González, padre y agente de Sergio, no se cierra en banda a que él y Lendoiro se den el sí tras casi doce meses de falta de entendimiento, pero tampoco oculta la realidad. Una pequeña, pero insalvable diferencia en el cobro del finiquito y en cómo plasmarlo en su nuevo contrato, ha impedido que el mediocentro catalán firmase una nueva vinculación hasta junio de 2011. "Nunca se sabe lo que puede pasar en el fútbol y a lo mejor mañana me puedo llevar una sorpresa, pero no parece probable que vayamos a firmar. Hace tiempo que no hablo con Lendoiro, pero creo que la semana que viene le haré una última llamada de cortesía. Sinceramente no hay mucho que negociar, porque ahora estamos en un sí o un no; no hay término medio".

"Nuestra fecha límite para llegar a un acuerdo con el Depor es el 30 de junio". Avelino González ha perfilado con su hijo la línea a seguir en los próximos días, aunque ya es inevitable tener la mente puesta fuera de A Coruña. De hecho, los acontecimientos han empujado a Sergio a colocarse en el mercado y no le faltan pretendientes: "Hay algunos equipos que han preguntado por su situación y que quieren ficharlo, pero no hemos negociado con nadie por respeto al Depor". Las diferencias sin insalvables y por eso Lendoiro piensa en el finiquito y Sergio en un nuevo destino.

Un finiquito de cuatro millones

La batalla de Sergio y el Depor está en que el jugador accede a aplazar el pago de la cantidad que figura como penalización en su contrato (1,5 millones netos para el pivote), pero pide que esté recogida en el apartado federativo de su nueva vinculación. En cambio, el club quiere abonársela de otra manera y en ese punto insalvable se han instalado las dos partes. Llegados a este punto, Sergio se ve fuera y Lendoiro ha asumido que tendrá que finiquitarlo. Al 1,5 millones netos de la cláusula, hay que sumar otros 900.000 euros de este último año de contrato y alrededor de otro millón de euros de impuestos por los dos conceptos. En total, unos cuatro millones.