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MUNDIAL 2010 | ITALIA 1 - PARAGUAY 1

Italia sigue siendo favorita sin saber por qué

Un gol de Daniele de Rossi, decidido a asumir el liderazgo azzurro mientras dure la ausencia de Andrea Pirlo, evitó el sonrojo del vigente campeón ante una Paraguay agresiva y sin ningún tipo de miedo. Ambos goles llegaron a balón parado. Alcaraz, de cabeza, adelantó a los sudamericanos y De Rossi puso el empate tras un corner.

DAVID F. SANCHIDRIÁN
Italia sigue siendo favorita sin saber por qué

Cannavaro sentía que su selección era favorita pero sin saber por qué. Bien pues viendo lo sucedido hoy en Ciudad del Cabo, 'Il Bello' tiene más razón que un santo. Sin desplegar un gran partido, Italia ha conseguido empatar un encuentro que se puso feo al filo del descanso gracias a la estrategia paraguaya. Tras un inicio esperanzador, los transalpinos se deshincharon en el momento que De Rossi hizo el trabajo de Montolivo. Menos mal que Villar hizo justo lo que se lleva viendo cada jornada en este Mundial, la correspondiente cantada del día. Una mala salida del meta del Valladolid en un corner lo aprovechó De Rossi para tranquilizar a un equipo donde la hiperactividad de Pepe y la organización de De Rossi es lo más esperanzador.

La campeona del Mundo hizo acto de aparición en el Mundial ante un combinado similar a sus características. Aguerridos y luchadores, los de Martino ya no temen a nadie y son capaces de mirar a los ojos a cualquier combinado, por muy campeón que sea. Hoy lo pudo comprobar Italia durante gran parte del partido. Sin hacer un fútbol espectacular la 'Albirroja' se adelantó y nunca puso el autobús para defender la renta.

Con más de medio equipo de la Juventus (equipo que ha acabado séptimo en el calcio), Italia imprimió más ritmo de lo esperado al inicio del encuentro mientras el combinado guaraní, sin agobios, prefirió estudiar a su rival, marcando territorio como lo hizo Riveros a los treinta segundos de juego con un recado en la pierna de Montolivo pero el mexicano Archundia no se iba a complicar tan pronto con una tarjeta.

La Azzurra se movía por Ciudad del Cabo como en casa, impropio de lo esperado, gracias a la buena distribución de De Rossi y el descaro de Pepe, con exquisitos toques de calidad por momentos desde su banda derecha. Los paraguayos más positivos sólo podían confiar con que la táctica de su equipo se basara en un puro plagio, hacerse pasar por italiano para aprovechar un contragolpe. Iba a ser complicado porque la defensa de Italia, al igual que la Paraguay , además de hermética tenía cerca la línea del centro y eso ponía las cosas más difíciles a los paraguayos, que aún así gozaron de una buena oportunidad tras hilvanar una jugada propia de los sudamericanos, moviendo desde abajo con paciencia, pero el tiro de Torres no cogió portería.

La seriedad en la circulación de Paraguay contrastó un minuto antes del tiro de Torres con un regalo de Vera a Montolivo, pero el de la Fiorentina se empequeñeció según devoraba terreno paraguayo y acabó soltando el balón tímidamente a las manos de Villar.

Pasaban los minutos y algo se agriaba en Italia. Montolivo no parecía cumplir las expectativas y eso retrasaba a De Rossi, con la consiguiente evaporación del atrevimiento inicial. Vamos que el guión cambió y lo que se esperaba de inicio sucedió al tiempo. Sin duda eso favoreció a los paraguayos que se pusieron bravos cuanto más jarreaba en Ciudad del Cabo y el premio, para algunos excesivo, llegó del cielo gracias a otra cualidad de los guaranís, la estrategia. Una falta lateral la botó Aurelio Torres, llegó a la olla y ahí Alcaraz se anticipó a De Rossi, saltó por encima de Cannavaro y certificó la transformación sufrida por 'Il Bello' en estos últimos cuatro años.

El empate hubiera sido lo más justo al descanso pero justicia y fútbol no suelen ir de la mano, así que la 'Albirroja' se fue al descanso con premio excesivo y propina en la reanudación al quedarse en el vestuario Gianluigi Buffon por problemas físicos. Otra variación de Lippi fue cambiar de banda a Pepe, que a los siete minutos intentó una chilena estrafalaria sin premio.

De todas formas Italia seguía empanada así que Lippi dio la vuelta para mirar el banco. Vio a Camoranessi como el revulsivo ante un combinado que para nada se echó atrás con el tanto. Y es que Paraguay no tuvo vértigo ante la campeona del mundo en ningún momento, es más, Vera pudo matar el partido pero metió demasiado el exterior en un regalo del zaguero Criscito.

Hoy la cantada fue de Justo Villar

Meter mano a Paraguay se antojaba complicado y la estrategia era la baza más suculenta para Italia. Pero es que además hoy se echaba de menos algo cotidiano en este Mundial. La cantada. La hizo Green con Inglaterra el sábado, le siguió Chaouchi el domingo y la semana la abrió Justo Villar. No fue similar a la de sus antecesores pero la consecuencia fue la misma, la del gol. Todo por culpa de un corner en el que el meta del Valladolid salió de puños pero el balón pasó por un lado para que De Rossi empujara desde atrás.

Con todo por disputar, ambos seleccionadores decidieron tocar el ataque para buscar el partido. Lippi metió a Di Natale por Gilardino y Martino tiró del talismán paraguayo dando entrada a Roque Santa Cruz por Valdez y al rato Cardozo sustituyó a Barrios. La apuesta brilló más del lado transalpino con buenos movimientos de Di Natale, certeros pases de Pepe y algún disparo de Montolivo, desaparecido hasta los últimos diez minutos. El otro cambio de Italia, el que daba entrada a Camoranesi no resultó tan positivo como el del delantero, de hecho, si el colegiado mexicano hubiera sido valiente, habría expulsado al de la Juventus por doble amarilla.

Aún así Italia apuró todas sus opciones hasta el final pero el despertador sonó tarde para una selección que sigue siendo favorita sin saber por qué.