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MUNDIAL 2010 | GRUPO B | ARGENTINA 1 - NIGERIA 0

Maradona libera su culpa ante Nigeria

Dieciséis años después de dar positivo ante Nigeria en el Mundial del 94', Maradona regresa a una cita mundialista, esta vez en el banquillo, y acaba moralmente con su sentimiento de culpa venciendo a los africanos gracias al solitario gol de Heinze. Argentina recuperó al mejor Messi , pudo golear pero al final acabó pidiendo la hora. Nigeria acusó su exceso de precipitación. Argentina y Corea lideran el grupo B con 3 puntos; Grecia y Nigeria se descuelgan.

EDU HERRERO
Maradona libera su culpa ante Nigeria
AFP

Volvió la mejor versión de Messi, esa que reclamaban los argentinos. Y volvió Maradona a un Mundial. Su hábitat natural, donde forjó su leyenda. Triunfó en el Nápoles y brilló en el Barcelona pero, sin duda, se convirtió en mito defendiendo la albiceleste en los campeonatos mundiales. Tomó contacto en España 82', con 22 años, y ya marcó su trayectoria con expulsiones polémicas y goles magníficos, como los dos que marcó ante Hungría. Pero fue en México 86' cuando obró el gran Pelusa: con la 'Mano de Dios' y el antológico gol maradoniano ante Inglaterra, narrado por Victor Hugo Morales. Dos obras divinas que han marcado la historia del fútbol. Luego llegó el subcampeonato en Italia 90', tras perder en la final ante Alemania, y la decadencia consumada en Estados Unidos 94', tras dar positivo por 'efedrina' ante su rival de hoy: Nigeria. Dieciséis años después, el 'Dios del fútbol' ha bajado al banquillo para liderar nuevamente a Argentina en otro Mundial: Sudáfrica 2010, y de paso quitarse el sin sabor de Estados Unidos 94'.

A Sudáfrica, Argentina llega como tapada por la excelencia de España pero con un gran plantel ofensivo capaz de destrozar a cualquier equipo del planeta: Messi, Higuaín, Agüero, Diego Milito, Tévez, Di María y en la recámara Palermo, que está para lo que está: meter goles inverosímiles cuando el agua ahoga al equipo, como el que marcó ante Perú, y que posibilitó después la clasificación de Argentina. Todo este potencial ofensivo se sustenta sobre la autoconfianza innata de los argentinos, agigantada con los dos Campeonatos del Mundo que decoran su palmarés y que quieren reconquistar veinticuatro años después (México 86').

Puso Argentina más intensidad en el inicio ante Nigeria que la que hemos visto en los otros tres partidos juntos ya jugados. Messi compareció por la derecha, pero penetró por el centro. Porque en Argentina no puede esperar un pase 'made in Xavi', así que se ha de buscar la vida: cortar los matorrales con un machete hasta visualizar y cazar el balón. Cuando el esférico llegaba a sus pies, temblaban los nigerianos. Todos, excepto uno: Enyeama. El meta del Hapoel sacó dos manos imposibles ante los habituales tiros abiertos de Messi con rosca que buscan la escuadra derecha del portero. ¿Cuántos goles así de la 'Pulga' hemos visto en la Liga estos años? Pero hoy no logró superar la envergadura y agilidad de Enyeama, el mejor de las 'Águilas Negras', que tenía estudiado los movimientos del '10', pero que obvió a un ilustre: Gabriel Heinze. El ex del Real Madrid atacó un córner botado por la 'Bruja' Verón, otro clásico, para poner en plancha, desde el punto de penalti y a la escuadra, el primer gol de los de Maradona. Su marcador Kaita le siguió con la mirada. Soberbio cabezazo, Enyeama no pudo hacer nada.

A partir del gol, Argentina bajó la intensidad y se dejó llevar por las rachas de Messi, confiando su suerte a las contras y a las jugadas a balón parado diseñadas por Diego Armando Maradona, que sorprendió por su originalidad y preparación. En una de ellas a punto estuvo de marcar Messi, pero como dije antes, se topó con Enyeama. La peligrosidad de Nigeria se concentró en el flanco diestro de la defensa argentina, ocupada por un habitual extremo Jonás Gutiérrez. Maradona quiso dar profundidad al lateral ante la tendencia de Messi de vencerse al centro, pero lastró a la zaga. Obasi dañó a Jonás y dio más de un susto a Argentina, pero al término de la primera parte tan sólo pudo sacar una amarilla al hoy lateral, que después fue relevado por Burdisso.

Obinna y Aiyegben eran la esperanza de Lars Lagerback por su velocidad infinitamente superior a la de Demichelis y Samuel, pero no lograron recibir en posición ventajosa. Sorprendió la suplencia de Odenwingie, que podía ser la conexión y la de Martins, a priori la estrella. Ambos salieron en la segunda. Etuhu y Haruna no lograron hacerse con Mascherano, que lo ocupa todo, y Verón, de 35 años, tuvo libertad para dirigir al equipo al paso. Bien es cierto, que tiene la colaboración del 'Apache' Tévez, que sacrifica su aportación ofensiva para echar una mano en el centro. Y siempre anda por ahí también Messi, que lucha y presiona como el que más.

Menos presencia en el juego tuvo Di María, demasiado estático en la banda izquierda donde no llega la transición del balón y algo tapado por la gran irrupción de Leo Messi, a veces algo individualista, por ponerle un solo pero. Por ejemplo, el del Barça desperdició una contra de 4 para 2 en el minuto 64, tampoco Tévez estuvo muy acertado en el último pase. Higuaín fue la referencia albiceleste arriba y aunque se movió bien, estuvo desafortunado de cara a puerta. En el 3', falló casi a puerta vacía y en el 20', un mano a mano con Enyeama. En la segunda, perdió un balón en el centro que pudo costar el empate y luego volvió a estrellarse ante el meta en una buena jugada que logró fabricarse.

Durmió tanto Argentina el partido, muy lejos de la intensidad del inicio, que arriesgó demasiado el resultado de un partido que tenía controlado. Odemwingie malgastó una contra y Taiwo rozó el palo con un destructor disparo de puntera que le costó una lesión y marcharse del partido. Kalu Uche y Yakubu también tuvieron su oportunidad, pero había demasiada precipitación. Parecía que el destino le tenía reservada esta victoria liberalizadora a Diego Armando Maradona, que purgar su pena ante Nigeria, dieciséis años después.