El central 'triomfant'

Geri Piqué dice que alucina con su maestro y compañero en la defensa, el gran Puyi. "Es impresionante. Se están llevando a un tío en camilla del campo y él me grita: '¡No te descentres Geri, no te distraigas!'. Se aprende mucho a su lado". Tanto como aprendió en el Manchester, "donde dejé de ser una madre", apunta recordando la exigencia de la Premier. Piqué ha cumplido 23 años y es un futbolista con una proyección brutal. En el Barça es ahora una joya repescada específicamente por Guardiola. En la Selección se abre paso a zancadas de gigante como central. Es el presente y es el futuro de la Roja.

Cuando era muy chaval, a Piqué se le tachaba de frivolón. Hijo de buena familia (abogado y doctora), buen estudiante, guapo de revista, soltero de oro. Podía triunfar o perderse en el camino. A fuerza de buenos consejos y de fútbol, eligió la senda del profesional íntegro. Lleva el ADN de La Masía y es barcelonista de cuna.

Elegante.

Geri es elegante fuera del campo y estilizado en su juego. Central armonioso, rápido, flexible, resistente y no excesivamente duro si no es preciso. Pertenece a la camada 'triomfant' del Barça y se adapta de maravilla al tiqui-taca desde su posición de guardián de la portería.

No es fácil ganarle por arriba en el salto defensivo y es un puma en el área rival a balón parado. Complemento perfecto de Puyol o Albiol, está siempre atento a lo que dicte Del Bosque.

Piqué es un defensa moderno, multifuncional, joven, pero cargado de carácter para afrontar el Mundial sin complejos.