Uruguay tiene mucho gol y Francia, a Ribéry

Se acabará el siempre folclórico partido inaugural y nos encontraremos a Uruguay y Francia, pasados (lejano el celeste, reciente el bleu) dorados, presentes de hojalata. Dos equipos con futbolistas de categoría que deberían, con permiso de México y los árbitros, liderar este grupo A... Pero a los que las circunstancias no secundan.

Francia se clasificó por una infame mano de Henry; Francia ha decepcionado largamente en su preparación (lo último, perder con China); Francia viene siendo criticada por sus políticos al alojarse en un paraíso de 1.000 euros la noche, con la que está cayendo de paro y crisis; Francia mantiene a un seleccionador que no seguirá y a unos jugadores que le discuten. Lo último, el empeño en que haga titular al aún culé Titi. Domenech, parece, no cederá.

A Tábarez, técnico celeste, se le ha censurado más entre Prensa y afición. También acudió Uruguay a la repesca para lograr su pase a un Mundial ocho años después de defraudar en Corea, donde no ganó ninguno de sus tres partidos de la primera fase. Juega contra una historia que le señala como bicampeona del mundo, con el Maracanazo siempre a cuestas, y también contra una crónica falta de creatividad, fúbol áspero... Pero cuenta arriba con dos goleadores feroces y en forma, el atlético Forlán y el ajacied Luis Suárez. 79 goles han sumado este año entre ambos. 79 motivos para rezar en cualquier área, como reza Domenech para que surja y le rescate el genio eléctrico de Ribéry. Franck (se supone) rezumará ganas de descargar sus talentos, tras perderse la final de Champions de Madrid.