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MUNDIAL 2010 | TANZANIA 1 - BRASIL 5

Festín insulso de Brasil ante Tanzania

Sin forzar la maquinaria, Brasil cerró su preparación al Mundial con una goleada ante Tanzania en un partido que deja a la canarinha en buenas manos, en las de Kaká, que reapareció para jugar todo el partido y poner el broche con un tanto con el pecho. Otra buena noticia, viendo como transcurren el resto de amistosos, es que no hubo lesionados. Robinho y Ramires marcaron por partida doble.

DAVID F. SANCHIDRIÁN
Festín insulso de Brasil ante Tanzania

El último test de Brasil antes del Mundial de Sudáfrica se saldó con otra goleada, esta vez ante Tanzania. La imagen fue similar a la mostrada ante Zimbabue, poca claridad en la creación y una pegada aterradora. Aunque la precaria circulación por parte del doble pivote (Melo-Gilberto) no debe alarmar más que los fallos defensivos vistos ante otra selección débil, que hoy sí consiguió el premio a la constancia con un tanto al final del encuentro. La mejor noticia para Brasil, además de los cinco goles, es la reaparición de Kaká. El madridista quería jugar 60 minutos y al final aguantó todo el partido, oxigenó el juego y enseñó su clase al marcar un tanto con el pecho.

Dunga no dio muchas vueltas a la alineación, lo más destacable fue la aparición de Gomes en la puerta por el tocado Julio César, que llegará al debut ante Corea el día 15 sin problemas. Por lo demás básicamente lo de siempre. Un mediocampo de contención, Robinho y Elano en las alas y Kaká como escudero de Luis Fabiano. Así Brasil no encandila pero gana por inercia, como pasó ante Zimbabue y tal cual ocurrió en Dar es Salaam, únicamente por el afán de contener en lugar de crear cuando Gilberto Silva y Felipe Melo organizan a una selección incapaz de desarbolar la maraña de ocho jugadores con los que esperaba siempre Tanzania.

Además los africanos pusieron de inicio a dos jugadores encima de Kaká para apagar toda la chispa en la creación de Brasil. Con el madridista taponado, la circulación era horizontal, lenta y eso acababa con la electricidad de Robinho, que aún así consiguió pescar un balón en el área a los diez minutos para cruzar por bajo a Mwarami.

Apenas lo había buscado pero la 'canarinha' ya estaba de nuevo por delante y en condiciones normales, Brasil iba a tomar carrerilla para engordar el marcador, pero antes Ngassa pidió paso para poner el peligro tanzano en varias ocasiones gracias a una buena movilidad, cualidad que no encandiló a Zola cuando lo tuvo en el West Ham de prueba. Los minutos de ímpetu africano no tuvieron resultado por falta de picardía y porque Gomes cumplió ante la titularidad. Cuando Tanzania quemó sus mejores cartuchos, Brasil se fabricó desde la izquierda, tras centro de Bastos, el segundo tanto con un cabezazo de Robinho, en posible fuera de juego.

Aventajados claramente en el luminoso, los últimos minutos del primer tiempo sirvieron para ver la mejor alternativa del combinado de Dunga, los contragolpes con espacios capitaneados por Kaká para dar el último pase a Luis Fabiano, sin duda la mejor noticia para empezar el Mundial. Una de sus carreras acabó con el madridista retorciéndose de dolor por una patada a destiempo que le dejó cojeando hasta el final del primer acto.

Ver a Kaká recuperado de esa entrada fue la mejor noticia para los brasileños tras el descanso. El diez de Brasilia pactó con Dunga jugar 60 minutos y la buena última media hora de juego le mantuvo en cancha junto a un equipo renovado en la parte medular y trasera. Tanto los organizadores (Gilberto y Melo) como Lúcio y Bastos dejaron su puesto Josué, Ramires, Gilberto y Luisao. Los movimientos de banco centraron a Elano para acompañar a Josué y Ramires. Justamente estos tres fabricaron el tercer tanto de Brasil con una triangulación que nació en Elano, pivotó en Josúe y acabó con un trallazo de Ramires.

Dunga tendrá sus motivos para confiar el cerebro de su equipo en Melo y Gilberto Silva, pero la movilidad de Brasil en la segunda parte resultó de inicio más atractiva, más alegre, más brasileña gracias a los precursores del tercer tanto. Por desgracia no hubo mucho tiempo para fijarse ya que al cuarto de hora Dunga dio por finiquitado el tiempo de Elano para dar entrada a Dani Alves de interior. Y a todo esto, Kaká se mantenía en cancha, certificando su resuperación, oxigenando con rapidez y amenazando la puerta tanzana hasta conseguir un gol con clase. Un gran centro de Maicon desde la derecha lo empujó el madridista con el pecho para certificar su recuperación en el momento más esperado.

Peor cara mostró Brasil desde la retaguardia. Cedió demasiadas oportunidades ante un combinado tan frágil como Tanzania, que finalmente también obtuvo su recompensa con un testarazo de Aziz al aprovechar un saque de esquina. Contestó a los dos minutos Brasil con el segundo de Ramires para que la fiesta terminara con todos los asistentes contentos.