Liga BBVA | Xerez
"Ha sido un mal negocio, nunca volveré al Xerez"
Souza dió la 'espantá' y ofrece a la afición ser consejeros.
Por plata no va a ser. Federico fue hasta el final fiel a su palabra y aplicó la sentencia lapidaria en la que cimentó su proyecto en el día del adiós. No hubo aval para despedir a Monterrubio y compañía, o lo que es lo mismo, dinero para asumir riesgos, y la solución fue decirle primero a los administradores concursales, y luego a la afición, vía rueda de prensa, que se iba. Que dimitía él y su consejo (salvo Rafael Mateos). Eso sí, continúa siendo hasta Julio dueño del 52'99 de las acciones del Xerez. Lo es hasta esa fecha porque es cuando vence el segundo plazo de pago por la compra de los títulos que pactó en su día con Joaquín Morales. Y como ha dicho el argentino que no lo afrontará, el empresario de Dos Hermanas volverá a ser el máximo accionista.
Souza se justificó así: "Hemos tomado la decisión de dar un paso al costado en la gestión del club y renunciar a ser consejeros. Es una medida repensada y es lo mejor para el futuro de la entidad, que lleva parada dos meses. Que sigan gestionando los actuales directores general y deportivo. Esta no era nuestra idea. En estos seis meses no hemos podido tomar las riendas, y no queda otra alternativa que renunciar. Esto ha sido un mal negocio, nunca volveré al Xerez".
Le abrió la puerta del consejo de administración a la afición, representada por la Federación y Agrupación de Peñas Xerecistas. "Toca hacer un consejo nuevo, y vamos a proponerle a la afición que se sume". Pero antes, debe llegar a un acuerdo con Morales. "Son tres millones de euros el total, hay que renegociar ese saldo y ya se verá como sigue el tema accionarial. Pero hasta Julio, se pueden poner dos consejeros de la Federación de Peñas y otros dos de la Agrupación. Le cedo el puesto gratuitamente y luego que se pongan de acuerdo con Morales. Mis acciones aún no tienen precio".
Todo apunta a la intervención
La decisión de los administradores concursales de proponer a la jueza Nuria Orellana la intervención judicial del club puede ser cuestión de horas. La salida de Souza del consejo implica también cambios en el accionariado de aquí al mes de julio, así como el regreso de Joaquín Morales. Aunque esto no tiene porqué afectar a la gestión, sí que puede mermar la confianza de los acreedores, que tienen el futuro del club en sus manos si sancionan el convenio. El plazo para que responda la jueza puede ser mayor a una semana. Y hay prisas.