Fútbol Femenino | Racing
Reocín Racing: el orgullo femenino de Cantabria
Las chicas del Racing están a un paso de lograr un hecho sin precedentes en esta Comunidad: el ascenso a la Superliga. La historia del club es digna de elogio. Por haberse originado gracias a un padre coraje, por contar con profesionales altruistas y por no decaer, a pesar del desprecio.
La historia del Reocín Racing se remonta a la historia de un padre coraje, José Ramón Martínez, que un buen día decidió luchar por derribar las barreras que su hija Silvia, de nueve años, se estaba encontrando en su camino. De eso no hace tanto. Fue en 1995 y José Ramón aún relata, con cierta rabia, lo que le sucedió entonces a su niña: "Me tocaron la fibra de mi hija, cuando en la Federación Cántabra de Fútbol un funcionario rompió su ficha al ver que era la de una niña y no la de un niño".
Silvia tenía 9 años, jugaba en el colegio al fútbol sala y le habían ofrecido la posibilidad de pasar a un equipo federado, pero el entrenador cometió el error de poner su ficha la Primera, en lugar de ponerla en medio de entre otras cien".
Ahí empezó la particular lucha sin cuartel de José Ramón. En la temporada 2001-02 creó, junto a otros valientes, como José Antonio Terán Gallo, su actual entrenador, el primer equipo femenino de fútbol once de Cantabria, el Reocín Racing. Nueve años después sigue siendo el único. José Ramón es el delegado y sus jugadoras acaparan las únicas 21 fichas que tiene Cantabria en fútbol once femenino (19, puntualiza Martínez, ya que durante el año perdieron a dos jugadoras).
Esta temporada han acabado líderes del grupo 2 de Primera Nacional, con 21 victorias, tres empates, dos derrotas, 90 goles a favor, 35 en contra y 10 puntos de ventaja sobre El Olivo, segundo. Ahora están disputando la fase de ascenso a la Superliga. "Han sido años de lucha du-rí-si-mos. Me parecía indignante que aún se diera este tipo de machismo", explica Martínez. El Reocín Racing está en el Grupo A de la fase de ascenso y, junto al Extremadura y al Oiartzun (Guipúzcoa), pugna por una plaza en la Superliga. En el otro grupo, Charco del Pino (Tenerife), San Gabriel (Barcelona) y Fundación Albacete luchan por la otra. El primer partido, disputado el 16 de mayo, el Reocín se impuso al Oiartzun por 4-1 (4-3 en los penaltis). El 6 de junio podría ser una fecha histórica, si gana al Extremadura. Podría ser el primer y único club cántabro en jugar en la Superliga.
Ojean en los coles.
El equipo lo integran jugadoras de Cantabria, salvo Xeila, que es de Redondela (Pontevedra). La plantilla tiene una media de edad de 20 años, pero cuenta con una jugadora de 39, Arantxa Lazcano. Martínez explica las dificultades para reclutar chicas para un equipo que anda tan justo que sólo dispone de una guardameta. "A Beatriz, la portera, no la dejamos ni coger gripe, pero tenemos a Alba, Silvia o Rocío que pueden jugar en ese puesto. Nos cuesta mucho encontrar jugadoras. Nuestra cantera es toda Cantabria. Las buscamos en el fútbol sala y hasta en los patios de los colegios".
Pese a estar luchando por el ascenso, Martínez desvela, con cierta tristeza, que ninguna jugadora del Reocín ha sido internacional: "Como en Cantabria no tenemos selección territorial, jamás se han fijado". El domingo, en Almendralejo, anuncian que lo darán todo. "El Reocín es el éxito de muchos años de trabajo, estamos orgullosos de este equipo y queremos nuestro premio", reivindica el delegado.