El Athletic pone fecha de caducidad a La Catedral

El mundo rojiblanco paró a las 12 horas. En ese momento José Ángel Iribar recogía una parte del césped del actual San Mamés para trasladarlo al nuevo campo, que verá la luz en la temporada 2013-14. Una cadena humana formada por jugadores de las categorías inferiores, integrantes del equipo femenino, jugadores de la primera plantilla, veteranos, socios, peñistas y simpatizantes del club rojiblanco llevaron en una singular procesión el césped arrancado y una loseta de la cubierta del viejo San Mamés. Estos dos elementos, unidos a una camiseta del Athletic, un ejemplar del periódico Bilbao, los nombres de los socios del club, pins de las peñas del club, la bandera de Vizcaya y un pedazo de la raíz del árbol de Gernika se introdujeron en la caja sobre la que se colocó la primera piedra.

El lehendakari Patxi López presidió el acto en el que su participante más joven fue Urko Vivanco, que con apenas un mes ya es socio rojiblanco. Estuvo acompañado por su padre, que llamó la atención al presentarse con calzado playero y una camiseta, con la leyenda 'Nik Athletic' (Soy Athletic).

Ayer se puso la primera piedra de un proyecto en el que colaboran de manera estrecha el Athletic, el Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y la Bilbao Bizkaia Kutxa. Son las cinco patas que darán sustento económico a una obra que costará alrededor de 175 millones de euros. El nuevo San Mamés tendrá capacidad para 53.000 espectadores y su construcción finalizará en 2015, aunque desde la campaña 2013-14 el Athletic jugará allí sus partidos (con tres cuartos de estadio construido). Será entonces cuando se derrumbe La Catedral, justo en su centenario.

"Es un campo nuevo para un tiempo nuevo". Así se expresó el presidente Fernando García Macua: "Ponemos la primera piedra de nuestro futuro, pero siempre con el compromiso de respetar nuestras tradiciones y filosofía para tener nuestro lugar en el mundo".