Fleurquin salva al Cádiz

Salió vivo de esta final el Cádiz, que escapa de los puestos de descenso manteniendo la media inglesa que persigue. El héroe esta vez fue su capitán, Andrés Fleurquin, que anotó un gol de cabeza en el descuento que puede valer una salvación. Su tanto fue el epílogo a un partido extraño, donde se jugaban el todo por el todo los dos equipos, y donde tan sólo el de Víctor Espárrago salió decidido a por la victoria. El Murcia, de forma increíble, quiso jugar a la ruleta rusa especulando con el resultado y buscando alguna contra que noquease al rival. Pero acabó picado por su propia mordedura, y se mete en un problema demasiado grave, por mucho que su calendario pueda ser medianamente asequible.

El capitán Fleurquin lució los galones con una brillantez que recordó a la de sus mejores tardes en el Cádiz del ascenso, o en ese año de Primera que, ahora sí, parece que llegará algún día a medio plazo. El paso dado ayer con su gol en el '92 abre el camino de la salvación en una jornada que era clave. Fue un tanto de garra, en un choque intenso, pero extraño. La necesidad obligaba a hacer algo más a los pimentoneros, pero durante toda la segunda mitad jugaron a la desesperación, con continuas pérdidas de tiempo, como jugando a un empate que no llegó. El precio fue alto, porque además de perder, también cedieron el golaverage con un rival directo. Mal negocio en esta Segunda que quema por abajo, y más cuando vienen escapando del descenso los que han estado todo el año mal viviendo con el desastre.

Intensidad.

Pese a un comienzo donde el Murcia intentó sorprender a balón parado, lo cierto es que fue el Cádiz el que cogió las riendas del partido. Tristán se echó el equipo a las espaldas en ataque. Hizo de todo para tratar de abrir huecos en el entramado defensivo de Jose, pero no encontró huecos válidos para Ogbeche ni ninguno de los extremos. Oxigenó el juego, abrió a banda y se vació en definitiva el delantero de La Algaba erigiéndose como ese líder que el Cádiz necesita. Sin embargo, no hubo manera de sorprender a la zaga pimentonera.

En la segunda mitad el juego se trabó. El Murcia intentó ganar por puntos el partido. Albiol, junto a Bruno del único que trataba de construir en su equipo, se expulsó de forma infantil dejando a su equipo con diez desde el 81'. Los de Espárrago, ya con Toedtli en el terreno de juego, salieron decididos a por el partido. La táctica de Jose pudo dar resultado en el 90' cuando Dani despejó el balón en un mano a mano con Capdevila. Y solo dos minutos después, ya en el descuento, Nano lanzaba ese córner mágico que sirvió para que Fleurquin marcase un gol que puede significar la permanencia.