Aranzubía
"Sin fichajes, un equipo se hace muy previsible"
Aranzubía cierra su segundo año con buenas sensaciones, pero considera necesaria la llegada de caras nuevas.
¿Por qué la temporada ha tenido dos partes tan diferenciadas para el Deportivo?
Todo el mundo coincide en eso, pero es difícil saber los motivos. En la primera vuelta estuvimos mejor de lo que todos esperábamos, sumamos muchos puntos y estuvimos durante mucho tiempo en puestos europeos, pero después el equipo perdió su identidad.
¿Les preocupa que esas malas sensaciones sean una advertencia para el futuro?
No creo que haya que estar preocupados. Hay un largo verano por delante y las temporadas siempre son diferentes. Una cosa no tiene nada que ver con la otra.
Todo el mundo cree que usted fue uno de los pocos jugadores que mantuvieron el tipo en la segunda vuelta.
Dentro de las malas sensaciones que estaba dando el equipo, uno intenta hacer las cosas lo mejor posible, pero cuando un equipo no está bien, nadie está bien. No hay excepciones.
¿Sus dos primeros años en el Deportivo han superado sus propias expectativas?
A nivel personal, sí. Estoy jugando, las cosas me están saliendo bien... Quizás me queda la espina clavada de no habernos metido en Europa ninguno de estos dos años, porque estuvimos a punto.
Usted no es el típico jugador trotamundos, más bien todo lo contrario. ¿Se ve en el Deportivo durante muchos años?
Sí, pero cuando empecé a jugar en el Athletic, también es cierto que pensaba que nunca me iba a marchar de allí. Luego llegó el día en que me tuve que ir. Ahora estoy en el Deportivo, estoy muy contento y tampoco pienso en irme, pero nunca se sabe lo que puede pasar el día de mañana.
Después de su reciente renovación, ¿se ve terminando su carrera en el Deportivo?
Perfectamente. Podría ser que termine mi carrera aquí, pero no es fácil jugar a adivinar ya no sólo donde voy a acabar mi carrera, sino donde voy a jugar el año que viene. En el mundo del fútbol nunca sabes lo que te espera.
Parece que no deja la puerta cerrada a una salida. ¿Habló algo en ese sentido con Lendoiro durante la negociación para su renovación?
No se comentó nada de eso. Lo digo por lo que pasa en otros casos. Hay gente que está a gusto y de repente llega un equipo... Nunca se sabe lo que puede suceder.
En cualquier caso, la renovación parece una declaración de intenciones por las dos partes de cara al futuro.
Sí. El club quería que renovase, para mí era una gran noticia y como las dos partes estábamos de acuerdo, era una situación ideal.
¿El equipo necesita un poco de aire fresco este verano?
Sí, siempre es bueno que vengan algunas caras nuevas que ofrezcan cosas diferentes. Yo estoy encantado con mis compañeros, porque el rendimiento de esta plantilla ha sido excepcional, pero en el mundo del fútbol, si no cambias algo y llegan algunos fichajes, un equipo se puede volver muy previsible. Todos nos vamos conociendo y por eso es bueno que venga gente nueva.
¿Quizás eso es lo que pasó en la segunda vuelta, que le equipo se hizo previsible?
Puede ser eso, pero también que el equipo sacaba los partidos al principio haciendo grandes esfuerzos físicos y en la segunda vuelta no era capaz de estar físicamente igual.
Antes decía que Europa se ha convertido en una espina clavada. ¿Ése es el objetivo para el próximo año?
No. Tengo esa espina, porque estuvimos dos años peleando, pero siempre un poco por encima de nuestras posibilidades. El objetivo del año que viene no es entrar en Europa, es el mismo de estos dos años. Hay que mantenerse y luego pensar si se puede hacer algo más, pero no podemos empezar a pensar en Europa desde la pretemporada.
¿Las lesiones crearon esta temporada una pequeña psicosis en la plantilla?
No creo. Es cierto que nos pasaron factura, pero la mayoría fueron fortuitas.
¿Y los problemas económicos de la entidad?
A mí personalmente, no. En el Athletic ya cobraba de una forma parecida a ésta, así que siempre estuve tranquilo.