Final de la Champions | El regreso al Bernabéu
Robben fue el único que desequilibró en el Bayern Múnich
Julio César evitó un golazo suyo
Robben fue fiel a la buena temporada que ha firmado en el Bayern, con el que ha marcado 23 goles en 37 partidos. Jugó los 90 minutos y fue el más desequilibrante de su equipo, por no decir el único. Prácticamente no se movió desde la banda derecha y desde allí trazó diagonales y profundizó una y otra vez, en una insistencia tan encomiable como infructuosa. Le faltó quizá una conexión más precisa con sus compañeros, sobre todo Müller y Olic, que no llegaron nunca a sus pases desde la línea de fondo. Algo parecido le pasaba cuando jugaba en el Madrid. Va siempre a una velocidad superior al resto.
Mourinho encargó su vigilancia a Chivu, al que pronto (29') sacó una amarilla. Cuando el rumano salió del campo en la segunda parte, su puesto de vigilancia lo ocupó Zanetti, que le controló algo mejor, siempre con la inestimable ayuda de Cambiasso. Y, por si las moscas, también Muntari echó una mano al final cuando Pandev ya estaba agotado. O sea, que siempre tuvo a dos, tres o cuatro jugadores para intentar frenarle. No cabe duda de que Mourinho le conocía bien.