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Liga BBVA | Zaragoza

Ponzio y diez más

Las cifras de minutos jugados a lo largo de la Liga concretan el papel que un técnico otorga a cada futbolista. En el caso de Ponzio, da igual Marcelino que Gay: para ambos fue el más usado. Ander se multiplicó en el cambio de técnico, mientras Jorge López, Carrizo o Pennant se caían.

Ponzio.
alfonso reyes

El año pasado su llegada actuó como aglutinador del impulso hacia el ascenso; este año, Leonardo Ponzio ha sido el pilar de base del Zaragoza en la permanencia: con 3.103 minutos disputados, el argentino es de largo el futbolista que más ha jugado a lo largo de todo el año, tanto con Marcelino como con Gay. Los números lo muestran casi 500 minutos por encima de Gabi, el segundo. Las cifras de los 30 hombres que el Zaragoza ha alineado a lo largo de la temporada reflejan el brusco cambio de protagonistas que provocó el relevo en el banquillo y la entrada de siete fichajes en el mercado invernal.

Enero le dio la vuelta a muchas cosas. Invirtió las jerarquías en el campo y generó un Zaragoza formal y nominalmente distinto. Con Gay desaparecieron actores principales en los onces de Marcelino como Ayala, que dejó el club, Pavón o Babic... Con el tiempo lo haría Carrizo. Perdió mucha presencia Jorge López y Pennant entró en una atonía que acabó por convertirlo en mera pieza de recambio ocasional. Se multiplicó el papel de Ander (el tercer jugador con más minutos en su debut en Primera) y, a pesar de sus problemas físicos, aguantó Lafita entre los importantes. También Pulido, un ejemplo de constancia para imponerse a esas dificultades.

Decepciones. Sólo tres futbolistas aparecen, por minutos jugados, en el once tipo de Marcelino y Gay. Son Ponzio, desde luego, más Gabi y Arizmendi. Su constante presencia refleja la fisonomía de un equipo en el que han pesado más los valores colectivos que los individuales: los tres encarnan el principio de solidaridad. También Eliseu, básico en la campaña de salvación de Gay, o Abel Aguilar, irregular pero siempre una opción a mano. De los llegados en enero, Jarosik ha sido el más presente, al punto de que el checo es el segundo jugador más utilizado por el entrenador madrileño. El papel de Adrián Colunga pesó de manera decisiva en la permanencia, aun jugando de manera escasa. Y Roberto, por fin, cerró la portería, aunque no le dio tiempo a alcanzar a Carrizo. El portero argentino constituyó, con Pennant, la mayor decepción del año.