"Espero que la afición no nos abandone ahora"

Vaya contrastes que tiene la vida hace una semana el equipo bajó y en 12 horas nació su primera hija

Sí, el descenso pasó el domingo a las nueve de la noche y mi niña nació el lunes a las nueve de la mañana. Así es la vida, que te muestra lo peor y lo mejor con pocas horas de diferencia. Tenemos que sacar las cosas buenas de un año horrible, tantas cosas que se quedan fuera del fútbol. Cuando sólo se habla de salidas y cosas que no tienen que ver con el fútbol se nota. Es una pena, sobre todo para los que somos de aquí, porque ya sabemos lo que es, ya lo vivimos hace seis años. No es lo mismo ir a Barcelona que ir a Girona, con todos mis respetos.

Les dará rabia ver que con 37 puntos no se bajó

La clave fue el día del Calderón. Teníamos muchas expectativas y se truncó por el gol que nos meten antes del descanso. Al ir a jugárnosla a Barcelona, sabíamos que era muy difícil. Me habría gustado ver lo que pasa si Manucho marca la que tuvo. Messi y Toure estaban discutiendo en el minuto 20 porque no conseguían líneas de pase y vi que estábamos haciendo las cosas bien.

¿Qué sensaciones tiene al volver a Segunda División?

Nos lo vamos a comer los que nos quedamos, pero ahora tenemos que liberar la cabeza. El club hará su trabajo, que hagan un equipo competitivo, que los que nos quedemos estemos implicados al 100%. Ahora va a ver movimiento, salidas y los de siempre nos vamos a comer el marrón, la mierda, los viajes, los pagos que llegan tarde porque hay menos ingresos. Esperemos que los abonados no nos abandonen ahora y volvamos a ser 8.000 como antes. Creo que haciendo las cosas bien podemos subir pronto. Al final hemos estado más pendientes del periodista que decía que había una salida en Salamanca, que de jugar al fútbol. En Segunda más que buenos jugadores vale el grupo y currar muchísimo. Iremos a campos donde va a mandar la estrategia, juego directo y tendremos que correr de lo lindo.

¿El vestuario no ha sido el de siempre?

No. No ha habido esa implicación de la gente, ese tirón que todos dábamos cuando las cosas no iban bien. Creo que Mendilibar tiró más de su gente. Es respetable, pero quizás el resto del vestuario, como éramos tantos, no dimos ese tirón y creo que el entrenador no supo verlo. Con Onésimo las cosas cambiaron, pero no pudo con el reto y con Clemente, no sé ni cómo ni por qué, pero el último mes y medio el ambiente ha sido muy bueno.

¿Cómo va su renovación?

Me queda un año. El presidente me dijo que hablaríamos, pero con el descenso... A no ser que llegue algo interesante para el club y para mí, me quedaré en Valladolid y voy a intentar a subir al equipo. Aquí, ahora, me siento querido.