Adrián Colunga: apuesta por la tradición goleadora

El Real Zaragoza tiene muy claro que Adrián Colunga debe ser una de las bases del curso 2010-2011. Su rendimiento y su compromiso y entrega, incluso en los momentos en los que escaseaban los minutos, han convencido a la cúpula directiva, que ya ha iniciado acciones para que el asturiano siga goleando con la camiseta del equipo aragonés la próxima campaña.

Más allá de sus números, la entidad desea volver a la figura del goleador que ha caracterizado al Real Zaragoza a lo largo de los últimos años. Y un dato basta para comprobar que Colunga es el candidato ideal. El punta anotó 7 tantos en 16 encuentros. Es decir, firmó una media de 0,43 goles por partido, una media bastante alta. Dos detalles engrandecen su hazaña. Primero el hecho de haber llegado al equipo en enero y haber completado apenas media campaña. Y segundo, el haber jugado sólo 6 de esos 16 partidos al completo y acumular en todo ese tiempo apenas 7 titularidades.

La referencia. Con estos números, Colunga cumple a la perfección con el legado que dejaron sus antecesores en el ataque en Primera. Diego Milito, el último gran punta del Real Zaragoza, promedio 0,41 goles en su primer año (15 en 36 partidos), 0,62 en el segundo (23 en 37) y 0,42 en su último año (15 en 35). Ese curso, Oliveira también superó la marca del asturiano al promediar 0,48 (18 en 37 encuentros).

David Villa, otro de los últimos grandes puntas del Zaragoza, repitió estadística en sus dos temporadas en el club: 0,42 gracias a sus 16 goles en 38 duelos su primer año y a los 15 en 35 de su segundo. Cifras que no superan a Colunga. Sí pulverizó esa marca Milosevic, con 0,56 tras 21 goles en 37 partidos en su segundo año. Milosevic, Villa y Milito, tres referencias de altura a las que ya ha alcanzado Adrián Colunga, la prioridad del club.

Milosevic y Esnáider, otros goleadores invernales

El caso del goleador que llega a auxiliar al Zaragoza en el mes de enero que ha vivido Colunga esta campaña encuentra dos precedentes en la última década. El primero en acudir al auxilio del conjunto aragonés en el mercado de invierno fue Juan Eduardo Esnáider. El argentino regresó a la capital aragonesa a mediados del curso 00-01 con la misión de frenar a un equipo en caída libre. Sus 11 goles en 17 encuentros (0,64 de media) fueron decisivos para alcanzar la orilla a salvo de peligro a final de curso. Una campaña después, el Zaragoza trataría de repetir aquella operación de urgencia con el regreso de Milosevic. El serbio tampoco defraudó con 6 goles en 16 partidos (promedio de 0,37), pero su aportación no pudo evitar el desastre. Colunga se ha convertido este curso en el tercer goleador al rescate.