Champions Femenina
El Postdam se proclama campeón de la Liga de Campeones por penaltis
La final, disputada en Getafe, tuvo que resolverse en la tanda de penaltis, donde la meta del Postdam, Anna Felicitas Sarholz, tuvo un papel clave.
El Potsdam consiguió imponer la lógica ante el Olympique de Lyon en la final de la Liga de Campeones Femenina, un torneo que el país germano ha levantado en seis de sus nueve ediciones, y que en esta ocasión vivió una prórroga y una tanda de penaltis agónica para que el equipo de la Bundesliga alzara el trofeo.
Francesas y alemanas llegaron a la cita con la vitola de representar dos tipos de fútbol diferentes. Tal y como reconocieron jugadoras y entrenadores el día antes del partido, el fútbol germano está por encima del que abandera el Olympique de Lyon. Con más fuerza física, un punto más de calidad y con un historial de finales ganadas (cinco de ocho antes del duelo para los equipos de la Bundesliga), el Potsdam se erigió como favorito antes del pitido inicial.
Sin embargo, el Lyon, saltó al terreno de juego del Coliseum Alfonso Pérez sin complejos. Las chicas que dirige Farid Benstiti fueron las claras dominadoras del primer tiempo. Apenas concedió oportunidades a su rival y tuvo varias ocasiones para adelantarse en el marcador antes del descanso.
La estrella del conjunto galo, Lousia Nécib, fue la primera en intimidar a la portera del Potsdam. En el minuto quince, lanzó magistralmente una falta que golpeó en el travesaño y que estuvo a punto de convertirse en el primer tanto de la final.
La jugadora francesa aguantó el tirón treinta minutos. Ella, y su compañera Elodie Thomas fueron una auténtica pesadilla para la defensa alemana. Sin embargo, el Lyon no aprovechó esa media hora de dominio y cedió un cuarto de hora que a punto estuvo de costar muy caro a la escuadra francesa. Entonces, apareció la figura de la germana Fatmine Bajrabaj, una futbolista de muchísima calidad.
Fue la única del Potsdam que comprendió que estaba jugando una final. Su compañera, la goleadora Anja Mittag, llamada a ser la estrella de la final, estaba desaparecida en combate. Bajrabaj tuvo la única ocasión de su equipo, en un mano a mano que rebaño de sus pies por muy poco la guardameta Sarah Bouhaddi. No hubo más en el primer acto, que acabó con un triste empate sin goles.
En la reanudación, el Potsdam hizo uso de su mayor poderío físico para intentar aplicar un rodillo del que tuvo que defenderse el Lyon como pudo. En lo primeros compases del segundo periodo, Tabea Kemme tuvo la ocasión más clara del choque. Sola delante de Bouhaddi, a bocajarro, y en dos ocasiones, no pudo definir una situación evidente para marcar.
Tardó quince minutos el Lyon en despegarse del dominio rival. Entonces, la final se convirtió en un partido de ida y vuelta, sin oportunidades, excepto la que tuvo Mittag para el Potsdam, a siete minutos del final cuando mandó un disparo al poste. Fue el último cartucho de los dos equipos, que se condenaron a la prórroga, en la que no hubo tampoco ningún gol. Al final, decidió la lotería de los penaltis, en los que el Potsdam tuvo más fuerza mental que el Olympique de Lyon, que llegó a disponer de un disparo para ganar la primera Liga de Campeones Femenina para Francia.