"Es absurdo decir ahora si sigo en el club o no"

No está nada claro que el Tenerife pueda seguir contando con su futbolista franquicia, Nino, a quien no deben de faltarle los pretendientes para continuar en Primera. El presidente del Almería, sin ir más lejos, declaró en la noche del lunes que ahora sí es factible el reclutamiento del andaluz, que así podría volver a su tierra. El protagonista tomó ayer la palabra y lo hizo por vez primera en los micrófonos de la SER, donde confesó sentirse "psicológicamente muy tocado". A continuación, y al preguntársele por su futuro, no fue muy explícito. "Me queda un año más de contrato aquí y ahora mismo decir que voy a escuchar ofertas o me voy a quedar sería absurdo", apuntó el ariete. "Estoy muy tocado como para garantizar si me quedo o no me quedo", añadió el de Vera, quien relató que nunca antes había vivido un descenso a Segunda.

Nino admitió que "la pena y el sufrimiento por la caída de categoría se llevan mal". "No es fácil asimilarlo y hay que levantar la cabeza poco a poco, como se pueda", sugirió el goleador, máximo artillero del equipo blanquiazul en esta campaña con 14 tantos. "Después de un palo tan grande como el del domingo, hay que mirar al frente ya", comentó el siete blanquiazul, quien sí tiene la sensación de que el plantel del representativo "va a cambiar totalmente porque hay muchos jugadores que acaban contrato y el entrenador también, además de algunos cedidos que volverán a sus orígenes". "Cuando hay una desgracia como ésta, es normal que pueda haber variaciones", declaró.

Luego, compartió sus sensaciones sobre el descenso, ya consumado, y que él calificó como "desgracia". "Hay muchos momentos que resultaron dificilísimos de asumir: el final del partido fue durísimo, pero también el regreso y las lágrimas de la afición", recordó. "Son muchos instantes malos seguidos. Un regreso a Segunda en sólo once meses es un mazazo para la institución y para toda nuestra gente", continuó un Nino que aprovechó la ocasión para agradecer nuevamente el respaldo de la afición en Valencia y también en la Isla. "Fue bestial la ovación que nos llevamos y es digna de admirar; en momentos tan malos como un descenso, prácticamente dos horas después, la gente habiéndose gastado el dinero y habiendo sufriendo igualmente, ovacionó a los jugadores y al entrenador; nos hace sentir orgullosos", cerró.