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Liga BBVA | Málaga

"El futuro ni se puede predecir, ni lo decido yo"

Desde principios de esta recién acabada temporada, Muñiz ha estado en el ojo del huracán. Ahora habrá que ver qué ocurre. Porque le queda un año de contrato y ha cumplido el objetivo. Pero la afición está en su contra...

"El futuro ni se puede predecir, ni lo decido yo"
Paco Rodríguez

Ya se ha terminado la temporada. El Málaga se mantiene en Primera, y lo hace con Juan Ramón Muñiz en el banquillo. Su situación no es sencilla. Gran parte de la afición está en su contra, pero el presidente le refrenda en público. Le queda un año más de contrato y ha cumplido con lo que se le pidió, que terminase el curso en Primera: "El futuro no se puede predecir, no está en nuestras manos. Esto no deja de ser fútbol. No soy la persona que tiene que decidir. A día de hoy estamos muy satisfechos del trabajo y de cómo finalizó. El presidente mostró su apoyo, en la vida hay que ser agradecido a la persona que confía en ti. Intentaré no fallarle nunca".

Muñiz parece un hombre aliviado. Se ha quitado un peso de encima logrando la permanencia. "Ha sido mucho tiempo sufriendo, desde el primer minuto de la Liga pasamos situaciones complicadas. Un año duro", confesó el técnico, que explicó por qué ha sido tan duro: "Sabíamos que iba a ser dura y que no se podía repetir la temporada anterior y que la gente nos iba a comparar. Había muchas bajas, muchas altas con gente que venía de países, que no conocían el idioma. Lo asumes todo y tienes que ponerte en marcha. El equipo supo afrontar partidos muy importantes y no perderlos. No salió ridiculizado de ningún sitio. Eso te da optimismo".

Asume con tranquilidad los gritos de "Muñiz vete ya". "Cuando Boskov decía 'fútbol es fútbol', era muy joven y no lo entendía. Unos años después entendí por qué lo decía. Nosotros no podemos controlar lo que hay fuera. Sólo me puedo dedicar a entrenar. La gente es muy libre de opinar lo que quiera. Cuando llego a casa, lo hago con la conciencia tranquila". A pesar de todo, sí le gustaría haber congeniado más con la afición: "Siempre te gustaría congeniar con la gente, pero es muy difícil agradar a todo el mundo. Me llena de satisfacción cuando voy por la calle y te felicitan. Eso es lo más grande, pero hay que saber vivir con ello".