Del Nido: "Me quité el sombrero ante Rodri"

La noche no fue larga en Almería, la noche fue feliz. Porque el Sevilla sufrió como nunca para certificar su cuarto puesto. Un gol agónico, la alegría máxima. Algo similar le sucedió al Barcelona, en 2000, con el tanto de chilena de Rivaldo al Valencia. "El corazón me palpitaba más fuerte de lo habitual, había mucho en juego", le dice a AS el presidente del Sevilla, José María del Nido, doce horas después del éxtasis. Porque a Del Nido le da tiempo para pensar en cuatro cosas: en la felicidad por la clasificación para la Champions, en el gol de Rodri, en el estado real de Luis Fabiano. Y en la final de Copa.

Por partes. Primero, el triunfo en Almería. "Tres clasificaciones para Champions en cuatro años, el proyecto es indestructible". Pero eso fue gracias a Rodri. Del Nido desveló un secreto: "Bajé al vestuario con el sombrero que ya se ha hecho famoso y ha sido talismán en la Copa del Rey y me lo quité delante de Rodri. Significa que nuestra cantera da resultados y me alegro personalmente por el chico".

Eso sí, el Sevilla cambió el chip un par de horas después. El club organizó una cena en el Club Mediterráneo de Almería. Del Nido felicitó a la plantilla pero avisó: "Las finales no son para jugarlas, son para ganarlas". La plantilla escuchó, cenó y regresó ayer a primera hora a Sevilla.

A las 11:00 horas, las oficinas del Sevilla funcionaban a mil revoluciones. Ya piensan en la final de Copa. El primero, por supuesto, Del Nido, que acompañó personalmente a Luis Fabiano a la clínica Sagrado Corazón. El brasileño se resintió antes del partido del Almería de sus problemas musculares y ayer mismo fue sometido a pruebas en la capital hispalense. Mañana pasará una prueba definitiva para saber si estará ante el Atlético. Un problema para Antonio Álvarez, que ya sabe que no podrá contar con Negredo y que tendría que recurrir a Renato como mediapunta y jugar con Kanouté (tocado) como único delantero. Rezan por Luis Fabiano.