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BARCELONA

Ingla se sitúa entre "el candidato imposible" y el "opositor contradictorio"

Ingla ha señalado que "sería agradable" que un "presidente saliente del Barça" le apoyara, pero ha descartado ir a buscar ese apoyo. "No me abrazaré de manera poco genuina a quien sea para ganar las elecciones", ha advertido.

El empresario Marc Ingla, aspirante a la presidencia del Barça, ha asegurado hoy que el actual presidente, Joan Laporta, es "el candidato imposible", seguramente "el que más ganas tiene de ganar las elecciones" y ha admitido el favoritismo en el punto de partida de Sandro Rosell, a quien califica como "el opositor contradictorio".

En unas declaraciones a EFE, Ingla ha dejado claro que en ningún caso es "un hombre de paja" al servicio de Ferran Soriano y ha admitido que Jaume Ferrer, el único vicepresidente que no ha integrado en su candidatura, está "un poco solo" al frente de un grupo que no es "el heredero del modelo" que ha llevado al éxito al Barça.

Como punto de partida, Ingla ha explicado que Laporta "quiere dar cancha a un candidato oficialista y oficinista" encarnado en la precandidatura de Jaume Ferrer y que en el otro extremo figura Sandro Rosell, que dimitió de su cargo de vicepresidente deportivo en 2005.

La candidatura de Ingla, en la que están integrados los ex vicepresidentes Ferran Soriano, Albert Vicens y él mismo (todos ellos dimitieron en 2008), así como el actual vicepresidente Alfons Godall, se considera la "heredera legítima" del círculo virtuoso que llevó al Barça a la excelencia.

Frente al ''vedettismo'' y al ''sobrepersonalismo'' de Rosell, un modelo basado en el ''ego'' de un aspirante con un estilo parecido al de Laporta, Ingla ofrece a los socios "un proyecto solvente y genuino", formado por directivos con contrastada experiencia.

"Garantizamos continuar con las cosas que se están haciendo bien y habrá un cambio en el estilo de gobierno", ha dicho Ingla, quien desea a Laporta "un exitoso final" de mandato. "Creo que será recordado como un gran presidente en uno de los periodos más brillantes en la historia del Barça y sus actitudes histriónicas se olvidarán", ha explicado.

En cuanto a Rosell, Ingla ha recordado que es "muy contradictorio" que después de haber sido contrario al trabajo de Frank Rijkaard o de Txiki Begiristain, "a quienes estuvo moviendo continuamente la silla", ahora "se abrace a todos".

Además, ha recordado que "fue el primer elemento de desestabilización" del grupo en la temporada del estreno de la directiva de Laporta (2003-04), "un año crítico para el club financiera y deportivamente", por lo que calificó el comportamiento de entonces de Rosell de "inmaduro".

En cuanto a la candidatura de Ferrer, que parte con la etiqueta de continuista y es la que ha ''bendecido'' Laporta en el inicio electoral, Ingla ha admitido que "Ferrer está un poco solo".

"Tiene una serie de personas a su lado que son recién llegados (al club) y que están surfeando una ola (de éxito) que no han creado ellos de una manera nuclear, como sí hicimos nosotros. Con todos los respetos hacia el señor Ferrer, él fue un muy buen tesorero, hizo muchas sumas y restas durante la mayoría de estos años", ha dicho.

Por todo ello, Ingla ha afirmado que "el continuismo oficialista está en una situación confusa" y que ni Laporta se cree que el grupo de Ferrer sea "el heredero del modelo", ni tampoco Ferrer "se siente acompañado en esta aventura".

Preguntado sobre la relación existente entre el Barça de Laporta y el régimen totalitario uzbeko, con el que el presidente del club catalán mantiene relaciones económicas, según una información publicada en los últimos días, Ingla ha comentado que se trata de "una relación que rechina bastante" por una cuestión de respeto hacia los derechos humanos.

"Absolutamente no vale todo por la pasta y menos con el Barça, lo más importante en el Barça es cómo se hacen las cosas y se tienen que hacer con ''fair play'' y sabiendo que tenemos que ser un ejemplo de honestidad, trabajo y concordia para la sociedad", ha insistido.

El empresario ha desmentido categóricamente que sea "un hombre de paja de Soriano", aunque ha admitido múltiples afinidades con el presidente de Spanair. "Aunque discreta, yo tengo mi personalidad. Es muy marcada, se basa en una catalanidad indiscutible, en la liberalidad económica y también por actuar con independencia de los poderes fácticos y políticos", ha indicado.

"Con Soriano hemos trabajado como socios en diferentes negocios de nuevas tecnologías y siempre estamos en la misma longitud de onda. Con él, tengo un ''crack'' al servicio del equipo", ha aclarado.

A pesar de los diferentes escenarios existentes, Marc Ingla ha explicado que "aunque parezca imposible", el grupo que lidera "no tiene" un plan B, en función de cómo evolucione la campaña electoral.

No cree que en el Barça actual se estén tomando decisiones equivocadas en materia económica, aunque ha explicado que en el caso de victoria electoral se encargará una auditoría para determinar la salud de la entidad barcelonista. "No iremos con una especial beligerancia en contra de nadie, porque necesitamos paz y concordia. Es cierto que hay que darle un nuevo impulso a la economía, pero va bien", ha asegurado.

En cuanto a sus planes de futuro, Ingla ha adelantado que el Barça tiene que ser "consecuente con su modelo" y que para ello tiene que invertir más en la cantera. "Es cierto que ha crecido la deuda, pero también la capacidad de ingresos", ha dicho.

Como considera que "el Barça es un sentimiento global", con más de 400 millones de aficionados en todo el mundo, uno de los objetivos planteados es el de generar más ingresos en el extranjero. "Asia y América son las grandes zonas estratégicas de crecimiento", ha pronosticado.

Dispuesto a no llevar a cabo una política revisionista sobre asuntos del pasado, como el caso del nombramiento de Johan Cruyff como presidente de Honor del club, Ingla ya está expectante ante la campaña electoral que se abrirá a partir del próximo lunes. "Después de que concluya la liga es cuando se construirán las tendencias. Será un reto apasionante", ha dicho.