¡Sí, sí, sí, el Atleti ya está allí!

El Atlético ya está en Hamburgo donde espera ansioso la final de mañana ante el Fulham. A la carrera. Así tuvo que salir el equipo rojiblanco de Madrid, ya que la famosa nube de cenizas amenazaba el viaje rojiblanco. A toda prisa, como si el Atlético quisiera abrazar ya el título. 24 años después el conjunto del Manzanares aspira a reinar en el continente y se siente fuerte, seguro de sí mismo. Aunque tras tanta urgencia el vuelo se demoró media hora porque no había forma de quitar la escalerilla de acceso. Finalmente despegó a las 15:45 y aterrizó a las 18:10.

Nadie habla en voz alta del favoritismo rojiblanco, pero en el vuelo se nombró más al volcán Eyjafjalla que al rival. Al frente de la expedición, Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil estuvieron informados al minuto de la evolución de la nube de ceniza, preocupados por los viajes de la afición.

Animó el trayecto Benjamín, el irrefrenable hijo de Kun, todo el rato corriendo. En el desplazamiento oficial fueron los familiares de muchos jugadores. Nada más despegar todos miramos por la ventana en busca de la famosa nube. Ni rastro. El equipo se entrenará hoy en el escenario del partido y empezará a soñar ya con el título, que espera pelear acompañado de su gente.

En alerta. Toda la expedición estará hoy pendiente de las noticias sobre del viaje de los hinchas. Si se suspenden los vuelos, no hay plan B por parte del club. "Es imposible desplazar a tanta gente en tan poco tiempo", aseguraba Gil Marín. Sólo queda rezar. Por la nube, para que podamos estar todos en la final, y porque el destino no le juegue al equipo alguna mala pasada. Si es así, todos verían al Atlético, por fin, campeón.