Tamudo se fue entre lágrimas y en Primera

Raúl Tamudo se despidió ayer ante su público en un partido con mensaje: el que certificó la permanencia del Espanyol en Primera, una constante desde que él debutó en el primer equipo, allá en 1997. Lo hizo entre lágrimas por el momento y a punto de anotar un gol: llegó ante Roberto en un claro mano a mano pero un mal último control favoreció que el portero de Osasuna le arrebatara la pelota: inmediatamente se le disculpó. El estadio fue un clamor cuando a eso de la hora del partido Pochettino ordenó la entrada del 23 al terreno de juego. Y una explosión al final, cuando besando el escudo, como aquella noche del Tamudazo en el Camp Nou, como en las dos Copas que ganó con el equipo o en la casi final ganada de la UEFA en Glasgow, Tamudo ser despidió entre sollozos. Que tampoco faltaron en la grada, pues el estadio puesto en pie le tributó su última y más sentida ovación. Osasuna se sumó al momento con los abrazos de Pandiani, ex perico.­