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LIGA BBVA | REAL MADRID 5 - ATHLETIC 1

El Madrid no se rinde

El Real Madrid se agarra con fuerza a esta Liga, que no se decidirá hasta la última jornada. Todo lo tiene a favor el Barcelona, pero ahí estará el Madrid preparado para ganar el campeonato por si el Barça decide perderlo. Goleó a un Athletic que se vio duramente golpeado por la expulsión exagerada de Amorebieta y que apoyado en las sensacionales intervenciones de su portero Gorka supo plantar cara hasta los últimos 20 minutos. Después el Madrid fue un vendaval y sumó cuatro tantos más que le permiten llegar hasta los 101 en la Liga.

<b>OTRO MÁS.</b> Higuaín marcó el gol que supuso el 2-1 y desató la furia del Madrid.
OTRO MÁS. Higuaín marcó el gol que supuso el 2-1 y desató la furia del Madrid.JESÚS AGUILERA

El Real Madrid no se rinde y exige lo máximo de quien se atreve a retarle. Le falta juego y regularidad, y por momentos hasta concentración, entrega y dedicación, es un equipo que sobrevive en gran medida gracias a Cristiano, pero aun así, con todos sus defectos, le va a plantar cara al Barcelona hasta el último día. Así es el Madrid y esa mentalidad ganadora es la que le ha hecho grande y la que le permite agarrarse con fuerza a esta Liga. Goleó al Athletic después de un sufrimiento innecesario, provocado por sus limitaciones en el juego y hasta por una cierta e incomprensible dejadez que invadió al Bernabéu durante muchos minutos.

Lo tuvo toda a favor el Madrid y todo estuvo a un paso de desperdiciarlo. Jugó 70 minutos con uno más, por la exagerada expulsión de Amorebieta, la posesión del balón fue favorable al Madrid de forma abrumadora y malgastó innumerables ocasiones, algunas de ellas muy claras. El portero Gorka sacó brillo a sus guantes y evitó una humillación aún mayor. Hasta el minuto 73 mantuvo vivo Gorka a su equipo, pero desde ese instante se desató el vendaval que se llevó por delante todo lo que encontró a su pase. Cuatro goles en 20 minutos que exigen al Barcelona mantener la tensión hasta el último día.

El encuentro sirvió como resumen de lo que ha sido el Madrid en toda esta Liga. Un conjunto que sobrevive de la genialidad de Cristiano, un futbolista de otra dimensión, y de una pegada descomunal. Nunca le hizo falta jugar bien y tampoco esta vez varió su discurso. Estuvo espeso, fue demasiado previsible con esos ataques que colapsaron el centro y despreciaron las bandas, pero terminó arrollando al rival, como tantas otras tardes. Contó esta vez con la colaboración del árbitro, Muñiz Fernández, que mostró la roja directa a Amorebieta por cortar con la mano un tiro de Higuaín. Esta exagerada expulsión condicionó el resto del choque al Athletic, que acabó fundido y sin aire, sin fuerzas para contener la avalancha que se le vino encima al final.

Comenzó con susto el partido para el Madrid, con un cabezazo de Toquero, y entre sobresaltos vivió el equipo de Pellegrini hasta que Higuaín le devolvió el mando en el marcador en el minuto 73. De ahí al final todo fue cuesta abajo y Ramos, Benzema y Marcelo completaron la goleada que mantiene al Madrid con un hilo de esperanza y acaba con cualquier opción del Athletic de llegar a Europa.

Al descaro del Athletic en los primeros minutos sólo respondió Cristiano, convertido de nuevo en la única amenaza para el rival. Volvió a amenazar Toquero, al que le faltó fuerza para llegar ante Casillas. Le estorbó Ramos para desbaratar una ocasión clarísima. Yeste movía bien al Athletic, tenía más peso en el juego que Guti en el Madrid y eso se notaba.

Pero todo cambió con la mencionada expulsión de Amorebieta. A partir de ahí el partido fue otro. Cristiano transformó el penalti, el Athletic quedó aturdido y el Bernabéu respiró aliviado al ver a continuación los mejores minutos de su equipo, tocó y combinó con más sentido que de costumbre. Comenzó a agigantarse la figura de Gorka, dispuesto a marcharse de Madrid con la Liga sentenciada. Higuaín, Gago y Granero fueron sus víctimas antes del descanso, al que se llegó con el marcador de nuevo equilibrado y con todo el Bernabéu conteniendo la respiración. La culpa fue de Yeste, que se fue de Gago, Ramos, Alonso y Albiol como si tal cosa hasta que batió a Casillas.

Recurrió Pellegrini a Kaká en el descanso y los beneficios del cambio apenas se notaron en el juego, que continuó siendo tan plano como lo había sido sin el brasileño. Parecía que el Madrid no se jugaba la Liga, que todo era cuestión de dejar pasar el tiempo para que todo acabara. Pero el Madrid siempre se guarda un as en la manga, esa parada de Casillas a tiro de Yeste y ese gol de Higuaín que abrió de par en par las puertas de la goleada.

Llegó el tanto del argentino después de que él mismo y Benzema se volvieran a estrellar contra la inspiración de Gorka, que se quedó también a un paso de impedir el tanto de Higuaín. Después llegaron los goles de Sergio Ramos, después de un arranque de furia, de Benzema y de Marcelo. Goles para aumentar una cuenta que se eleva hasta los 101 en todo el campeonato, un campeonato que el Madrid está preparado para ganar por si el Barcelona decide perderlo.