Un festín de Primera

Osasuna seguirá un año más en Primera gracias a su cómoda victoria ante un indolente Deportivo, que desde hace varias jornadas es el mejor aliado de todo equipo que se juega algo; ya sea la permanencia o Europa. Camacho sabía antes de viajar al Bernabéu que el partido clave era el de ayer, y el tiempo le ha dado la razón. Eso sí, calculo que el de Cieza contaba con sufrir un poco más, aunque sólo fuese un poquito, pero este Deportivo está desde hace tiempo disfrutando las soñadas vacaciones que ayer conquistó con justicia Osasuna ante un Reyno de Navarro algo vacío, pero muy entregado a la causa.

Desde el primer momento, los rojillos quisieron dejar muy claro quién se jugaba algo. Los de Camacho salieron en tromba, mentalizados como si se tratase de un partido europeo y la consiguiente remontada épica. Ni un minuto tardó Aranda en hacer sudar a un Aranzubía al que le esperaba una tarde muy dura. La intensidad y concentración de unos y otros quedó muy clara en el primer gol. Carga de Osasuna, mal despeje de Aranzubía; carga de Osasuna, mala salida de balón de Laure; carga de Osasuna, y Pandiani la toca de cabeza al corazón del área; mala salida de Aranzubía, gol de listo de Camuñas peinando la acertada prolongación del Rifle.

Once minutos de partido y los de Lotina ya estaban donde suelen estar en los últimos partidos: por debajo en el marcador. La pájara comunal en retaguardia encomendaba todo a la inspiración y la calidad, y por ahí sí aparecieron Valerón y Riki. Combinaron a la perfección en el minuto cinco, pero el remate del madrileño salió cruzado. Repitieron jugada en el quince, y esta vez el madrileño sí atinó con las redes de Roberto en un buen remate de zurda. Bien Riki, que lleva siete goles, lo que significa su mejor marca con la camiseta del Depor. Con lo que queda en juego, su único reto, y casi el del todo el equipo, será que bata los ocho que logró con el Getafe.

El empate evitaba que los coruñeses firmasen su peor racha de la historia sin marcar, y eso les debió parecer suficiente. Fue como si el orgullo estuviese ya a salvo, porque Osasuna tardó apenas un cuarto de hora en sentenciar el partido y devolver al Deportivo a su cotidiana costumbre de perder. El segundo tanto fue obra, cómo no, de Pandiani. Camacho lo reservó para verse ante sus ex, y el uruguayo clavó el segundo de cabeza, la especialidad de la casa, tras una nueva colaboración de un desconocido Aranzubía.

De este nuevo golpe ya no se levantaron los coruñeses, que por momentos parecían más inmersos en la euforia de la grada que en el partido. El tercero llevó la firma de Juanfran tras una gran jugada de Aranda. Esta vez Aranzubía no tuvo culpa. El Reyno de Navarra disfrutaba en el campo, gozaba con las noticias de los transistores y se frotaba los ojos. Dos de los equipos que menos goles marcan, llevaban cuatro en apenas media hora. Tocaba disfrutar, y doble, porque el paseo de Osasuna significaba además otro año más en Primera.

El orgullo de Valerón. Con todo resuelto, se presumía un segundo tiempo de relleno, y así fue. Sólo una nueva aparición de Valerón con un pase picado recordó que el Deportivo andaba por Pamplona. El Flaco fue el mejor de su equipo, demostró orgullo, dignidad y fútbol. Así lo reconoció el Reyno de Navarra, que despidió al genio canario entre aplausos. Todo lo contrario que le ocurrió a Masoud, que recibió una sonora pitada cuando saltó al campo en recuerdo a su partido y actitud en el Santiago Bernabéu. Con todo la bronca duró poco, porque antes del final la afición dio por suficiente el castigo y le premió con aplausos en una jugada banal.

Lo cierto es que el resultado de ayer estaba tan cantando que ninguno de los dos presidentes estuvo presente en el palco. Patxi Izco y Lendoiro son perros viejos y saben de esto, y lo más probable es que hablasen antes del partido para ir organizando la comida de directivas de la próxima temporada. La buena noticia para ambos es que será un banquete de Primera, aunque ayer el único que se dio un festín fue Osasuna.

El Depor suma 3 puntos de 33

La racha negativa del Deportivo parece no tener fin. Los de Lotina suman ya once partidos sin ganar con un nefasto balance de ocho derrotas y tres empates, lo que ha hecho que sólo sumasen 3 de los últimos 33 puntos en juego. El peor equipo de largo de la segunda vuelta.