Castañeda: "Ahora hay menos dureza, pero más mala leche"

Javier Castañeda ("Yo soy futbolero, futbolista es Beckham") es uno de esos hombres en peligro de extinción en el mundo del fútbol. "Cuando me llamen para el puesto de quinto entrenador, volveré a este mundillo". Sin pelos en la lengua, jugó 11 temporadas en Osasuna y seis en el Castilla. Ahora dirige una correduría de seguros, pero en su día fue famoso por marcajes como el que hizo a Maradona en El Sadar. Sin dar una patada. ¿Existe juego duro contra Cristiano? "Estoy en contra de que peguen a nadie. Hoy hay menos dureza, pero más mala leche".

Pero el jugador con más partidos en la historia de Osasuna advierte: "A mí me han dado patadas y nadie ha dicho nada. Para eso está un árbitro y punto. El futbolista se ha aburguesado. Yo, por ejemplo, empecé un partido con una fisura en el pie y acabé el encuentro con el dedo roto por tres sitios. Ahora eso no lo hace ni Dios". Aboga por la introducción de las nuevas tecnologías en el mundo del fútbol: "Lo que no puede ser es que un presupuesto de 300 millones se lo cargue un tío porque se le meta una mosca en el ojo cuando tiene que levantar el banderín".

Encuentro especial. Castañeda jugó la final de Copa con el Castilla ante el Madrid: "Era imposible ganar al primer equipo por todo. Me quedo con las palabras de Luis (entrenador del Atlético por entonces) antes del sorteo de semifinales: 'Quiero a cualquiera, menos al Castilla". Luego se fue cedido a Osasuna y cuajó: "Mi orgullo es que jugué los 350 partidos completos. Ahora juegan un minuto y ya cuenta como un encuentro. A este paso tardarán 40 años en quitarme el récord".