"No podemos tropezar, sabemos que ya estamos al borde del acantilado"

La temporada 06-07 dejó un recuerdo agridulce en Mario Bermejo y Míchel. Las 'Torres de Gorosito' consiguieron marcar 17 goles en aquella temporada del ascenso del Almería a Primera. Fueron piezas muy importantes en el equipo, pero Unai Emery, al final, no les dejó sitio en el proyecto para la máxima categoría. El cántabro, que se está desvelando esta temporada como un gran goleador con sus once dianas. tuvo que buscarse las habichuelas en el Poli Ejido, club con el que descendió a Segunda B. Y Míchel, aunque llegó a hacer la pretemporada con el Almería, terminó en el Xerez para salvarse, in extremis, del descenso al 'bronce'.

El destino ha gastado al final una broma pesada a ambos. Este domingo, se tendrán que jugar casi todas las opciones de permanencia ante el equipo al que ayudaron a subir. Una derrota no está permitida, porque de sufrirla amenazaría el descenso matemático en esta misma jornada. Bastaría con que ganasen Málaga y Zaragoza y puntuase el Racing de Santander.

Los dos tienen claro el objetivo. Habla Bermejo: "Sí, será un partido de reencuentros. Pero pasarán pronto, hay que centrarse en sacar los tres puntos. Ya no hay posibilidad de tropiezo, sabemos que estamos al borde del acantilado y nos podemos caer". Y Míchel asiente: "No es el mejor momento de recibir esta visita. Nos jugamos la vida, y por muchos amigos que tenga allí no tenemos más remedio que tratar de pasarle muy por encima al Almería".

Peligroso.

Ni uno ni otro se fían de la mala racha que está atravesando ahora el equipo de Lillo, que acumula sólo dos empates en el último mes. "Van dando tirones, hay momentos que juegan muy bien, ganan y parece que ya están salvados, y otros en los que pegan un bajoncito y les cuesta sacar los partidos. Hay que aprovecharse de eso. No soy optimista, soy realista, sabemos que todavía tenemos una mínima posibilidad y hay que luchar por ella", señaló Bermejo.

Para Míchel, el Almería es un conjunto peligroso: "Llegaron a estar cerca de la zona Europea, pero cuando se vieron cómodos quizás se dejaron llevar, y ahora miran de reojo las plazas de abajo. No deben tener problemas, pero no se pueden relajar más".

Las bajas del sancionado Crusat y de Soriano son bienvenidas. El punta madrileño los conoce bien: "Los dos estuvieron con nosotros aquel año. La velocidad de Crusat les han dado muchos puntos este año, mientras que Soriano cogió galones con la llegada de Lillo".

Tanto uno como el otro, pese a que no se contó con ellos para la aventura del Almería en Primera, guardan un buen recuerdo. Bermejo, descartado desde el principio, lo dice claro: "No tengo ningún rencor hacia ellos. Fue mi primer ascenso a la máxima categoría, hicimos un año muy bueno y teníamos un vestuario espectacular. Acabé con muchos amigos allí, y eso es algo que no es habitual en el fútbol". Míchel, que estuvo tres temporadas, no olvida su paso por el Estadio Mediterráneo.

"Ahora es una osadía hablar del año que viene"

Los once goles que lleva anotado Mario Bermejo no están cayendo en saco roto. Sólo un modesto, Nino, le supera en número de tantos, y su apellido se codea con lo más noble de la Liga. Junto con Mendoza, es el único jugador del Xerez con contrato vigente para la próxima temporada. Puede estar en la agenda de algún que otro Primera, pero él no quiere hablar de eso ahora: "Llamarme, sólo me llaman mis amigos y me felicita la gente por el Facebook y todas esas cosas. Pero yo no quiero hablar ahora de temas extradeportivos. Ahora es una osadía y una falta de respeto comentar del año que viene, de traspasos y demás con lo que nos estamos jugando. Quiero que mis goles al final hayan servido para que el equipo se salve".