Liga BBVA | Getafe 4 - Sevilla 3
Fiesta del gol en Getafe
Remates al palo de Adrián, dos, Miku y Luis Fabiano dieron al palo.
Lo que anoche se vivió en Getafe fue auténtica pasión por el gol. De principio a final con la verdad por delante, y así se vieron siete goles que en realidad fueron ocho, ya que el árbitro mandó repetir el penalti decisivo, y se vieron tres remates al larguero y uno al poste. El Getafe se sitúa a dos puntos de la Europa League, la misma distancia que el Sevilla de la Champions.
Después de muchas cornadas, todo torero merece una gran tarde, y ayer fue la noche de Adrián. El chico siempre ha pagado un peaje muy caro (e injusto) por el hecho de ser el hijo de Míchel, pero ayer hizo el partido de su vida. Marcó su primer gol en Primera, estrelló dos remates en el larguero (uno de cabeza y otro de chilena) y todavía dispuso de dos ocasiones más. El Coliseum, que tantas veces le silbó, ayer se levantó para ovacionarle. Ya nadie puede dudar por qué está en la plantilla.
Arrancó el partido con el brío que le puso el Getafe. Cabezazo de Adrián al larguero en el minuto siete, un posible penalti de Navarro a Pedro León en el ocho y el 1-0 de Adrián a magnífico pase entre líneas de Pedro León. Tanto bien le hizo a Adrián marcar su primer gol que lo siguiente que intentó fue un remate de chilena que se estrelló en el larguero. Lo cierto es que en la primera parte el Getafe sacó astillas de los postes, porque también Miku se encontró con el palo en un duro disparo en el 22'.
Al Sevilla le hace falta poco para conseguir mucho y en la primera parte de tres chispazos hizo dos fuegos. La primera ocasión la cruzó en exceso Luis Fabiano. Agua. Las otras dos, diana. Gol de Luis Fabiano y gol de Kanouté.
Dos maravillas.
El segundo tanto del Sevilla fue un ejemplo de salida con toque, llegada y gol. Cuando Kanouté y Luis Fabiano quieren y se gustan, tener que defenderles es un tormento. En su gol, Kanouté primero le robó la cartera a Cortés y luego se deshizo del Cata y de Codina con un toquecito que más parecía un beso al balón. No fue menos Luis Fabiano. Si le llaman O Fabuloso es por goles como el 2-3, donde fue capaz de tumbar al Cata Díaz y a Rafa en un metro y sólo con un golpe de cintura.
El Sevilla comenzó la segunda parte como inició el Getafe la primera. Con ocasiones, llegadas y tocando madera, un lanzamiento de falta que Luis Fabiano estrelló en la cruceta en el 48'.
Dominaba el Sevilla hasta que Míchel movió los dados y le salió un seis doble, porque con Casquero, Manu y Parejo dio la vuelta al resultado y enamoró al Coliseum, que acabó en pie gritando una de las victorias más hermosas de la historia del Geta. De esas que engordan el ego y el alma y te reafirman en el convencimiento: Europa es posible.