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Liga BBVA | Osasuna 0 - Athletic 0

Osasuna se acerca a la permanencia y el Athletic se aleja de Europa

Encuentro vibrante con ocasiones de gol por parte de ambos conjuntos a los que les faltó marcar. Los locales logran un punto que les aleja de la zona de descenso y los visitantes pierden dos puntos que le lastran en su lucha por los puestos europeos.

<b>SIN SUERTE.</b> Fernando Llorente tuvo dos claras ocasiones de gol que pudieron darle los tres puntos a su equipo en el Reyno de Navarra.
SIN SUERTE. Fernando Llorente tuvo dos claras ocasiones de gol que pudieron darle los tres puntos a su equipo en el Reyno de Navarra.

Empate sin goles en el Reyno de Navarra entre Osasuna y Athletic en un partido en el que ambos conjuntos tuvieron ocasiones claras de gol. La mala definición en algunas de ellas y el acierto de los guardametas en el resto hicieron inamovible el empate a cero del marcador. Osasuna queda posicionado a siete puntos de la zona de descenso a falta de cuatro jornadas. Por su parte, el Athletic queda octavo con 50 puntos, igualado con el Getafe, a dos de la Europa League y a seis de los ya lejanos puestos de Liga de Campeones.

Permanencia y vuelta a Europa, dos objetivos bien distintos pero vitales para Osasuna y Athletic. Navarros y vascos se enfrentaron en un partido que se esperaba duro y físico. Los locales necesitaban la victoria para garantizarse no tener problemas con la zona baja de la tabla en la recta final de la Liga, mientras que los visitantes llegaron a un campo hostil para ellos con el objetivo de sumar los tres puntos para dar alcance al Villarreal, en puestos de Europa League, y seguir soñando con clasificarse para la Champions. En caso de victoria, tan sólo cuatro puntos le distanciarían del Mallorca, que la próxima jornada visita San Mamés. El factor campo se podía antojar decisivo dado a que en la segunda vuelta ambos equipos han logrado un escaso botín como equipo visitante y han volcado todas sus esperanzas de lograr sus objetivos actuando como anfitrión.

El choque comenzó con las fuerzas muy igualadas, pero con dos formas de juego bien distintas. Mientras que Osasuna intentaba elaborar jugadas largas basadas en fútbol de toque, el Athletic optó por lanzar balones largos que buscaban una y otra vez al gigante Llorente con la intención de buscar segundas jugadas con Toquero y Llorente muy activos. Todo esto tuvo como consecuencia la primera jugada con peligro del partido favorable a Osasuna pero que no logró finalizar con éxito el conjunto rojillo. Con el paso de los minutos y los gritos de Caparrós desde la banda, el conjunto bilbaíno despertó y el dominio local se fue diluyendo hasta que las fuerzas se equipararon y los gritos empezaron a ser de Camacho, descontento con el juego de los suyos. Rebasado el cuarto de hora, lo más destacado del partido era el ambiente de sana rivalidad futbolística que presentaba el Reyno de Navarra.

Tanto Osasuna como Athletic pecaban de un fútbol presidido por balones largos que imprimieron al partido un ritmo lento y que evitó que el choque careciera de continuidad alguna. Ni locales ni visitantes creaban ocasiones claras de gol, incluso las llegadas al área escaseaban. Camacho y Caparrós eran dos manojos de nervios en los banquillos que no paraban de gritar para corregir los errores de los suyos. A la media hora de juego, era Osasuna el que daba la impresión de tener más peligro en sus jugadas de ataque. Un centro chut de Juanfran desde la banda derecha obligó a Iraizoz a emplearse a fondo para evitar que la jugada se complicara y pusiera en peligro su portería. Precisamente hubo que esperar a falta de quince minutos para el descanso para ver la primera ocasión clara del Athletic. Un saque de esquina de Yeste le sirvió a Llorente para rematar picado y permitir a Ricardo lucirse con una excelente parada. Pocos minutos después, el internacional del Athletic volvió a tener el primero en sus botas, pero de nuevo apareció Ricardo.

Tras el descanso, y con un resultado justo a tenor de lo visto en el primer acto, la tónica siguió siendo la misma. Mientras que el Athletic abusaba del juego directo con balones largos buscando a sus delanteros, el Osasuna optó por un fútbol más elaborado que alternaba las entradas por el centro con las entradas por ambas bandas. A Caparrós no le gustaba nada lo que estaba viendo y, consciente de que un punto no le valía para nada a los suyos, comenzó a mover ficha desde el banquillo retirando a Gurpegui para dar entrada a un hombre más ofensivo, Susaeta. El de Eibar tardó tan sólo dos minutos en marcarse una buena jugada individual que estropeó con un flojo disparo que detuvo sin problemas el meta rival. Los minutos pasaban y el Athletic comenzó a acercarse con algo más de peligro sobre la portería de Ricardo. Aunque los de San Mamés lograban enlazar sus primeras jugadas y sus primeras combinaciones, no llegaban a finalizar sus jugadas con disparos a portería.

El tramo final del partido acabó convirtiéndose en un correcalles, en un encuentro de ida y vuelta, aunque sin la brillantez ofensiva necesaria por parte de ninguno de los dos conjuntos que permitiera romper la igualada que campeaba en el luminoso desde el pitido inicial. En el descuento, Toquero tuvo en sus botas el gol, pero Ricardo le ganó el mano a mano. Los defensas ganaron a los delanteros. Esa es la frase que resume a la perfección la razón del empate a cero final, que contenta a Osasuna de cara a la permanencia y que aleja al Athletic de lograr su sueño europeo. Los de Caparrós quedan octavos en la clasificación a dos puntos de la Europa League y a seis ya de los puestos de Champions.