El miedo de los dos a la derrota provoca el empate

Hay momentos en la temporada en que lograr una victoria parece menos necesario que impedir una derrota. Es la tensión de las últimas plazas, la presión con la que se manejan y expusieron ayer tanto el Albacete como el Huesca. El temor de ambos equipos a la derrota fue la tónica que marcó un choque que terminó en empate sin goles. Con los dos abajo, Vidal y Calderón dieron por buena la igualada, un marcador que ayuda a sus equipos a mantener las esperanzas en la permanencia.

Los resultados de la jornada favorecen esa impresión. Además, David Vidal ponderó el oficio del equipo altoaragonés, que ha convertido la portería de Toni Doblas en una quimera casi inalcanzable, parecería, para los rivales. Y Calderón se sintió satisfecho por la racha que traía el Albacete en los últimos partidos.

Contratiempo.

Desde el primer minuto, ambos rivales dejaron sentado cómo se iban a tomar el partido y sólo la lesión de Neru, tras una fuerte entrada de Núñez, obligó al conjunto aragonés a revisar la situación. Calderón lo recompuso poniendo a Mikel Rico en el lateral derecho y a De la Vega en el izquierdo. La variación no afectó al plan defensivo que tenía diseñado el entrenador azulgrana. El Huesca manejó más tiempo el balón, tuvo más posesión de pelota, pero fue el Albacete el que puso más profundidad, con llegadas puntuales que Toni Doblas, seguro bajo los palos, acertó a resolver para tranquilidad de la Sociedad Deportiva Huesca.

En la segunda parte, el guión se mantuvo. Apenas hubo modificaciones en el comportamiento de ninguno de los dos equipos. Vidal y Calderón movieron ficha con las entradas de Jose Vegar, en el Huesca, y de Altobelli, en el Albacete. La intención consistía en agregarle sentido ofensivo a sus equipos. Y, en cierto modo, ocurrió, porque las ocasiones más claras se resistieron hasta el tramo final del partido. Stuani, en el minuto 69, tuvo la más clara para el Albacete, pero no pudo precisar su remate y el balón se murió en el lateral de la portería. A pesar de ese susto, el conjunto de Calderón se pudo llevar los tres puntos en los últimos compases de la tarde. La acción corrió a cargo de Jose Vegar, que había dinamizado el ataque del Huesca. Lo impidió Cabrero.

Calderón "Mantenemos las diferencias"

Estoy muy satisfecho, el equipo compite bien, hace su partido y trabaja mucho. Es una pena no haber podido llevarnos algo más del Carlos Belmonte porque las situaciones más peligrosas las creamos nosotros. El punto lo considero bueno, porque ellos estaban en buena racha. Estoy satisfecho porque es nuestro segundo partido consecutivo fuera en el que no perdemos y porque mantenemos la diferencia de puntos y el goal-average con el Albacete".

David Vidal "Arriesgué mucho, quemé las naves

La imagen fue buena. Siempre buscamos el gol y acabamos todas nuestras acciones. Arriesgué mucho sacando delanteros, quemé las naves, pero el Huesca lleva dos años trabajando muy bien en defensa y nosotros solamente llevamos 20 días. Soy un ser humano normal, no puedo hacer virguerías. Estoy orgulloso de este equipo. Llevamos cinco partidos sin perder. El Huesca llora porque no estaba Camacho y yo tenía cinco bajas y no he llorado por nadie".