Liga BBVA | Zaragoza - Real Madrid
Kaká vuelve 43 días después de su lesión
La afición quería ver a Kaká jugando de nuevo con la camiseta del Madrid. Marcó su último gol el 27 de febrero ante el Tenerife y disputó su último partido contra el Lyon el 10 de marzo. Desde entonces, el jugador sufría una dolencia de origen incierto. Al fin está curado 43 días después.
Kaká regresa a una convocatoria 43 días después de la lesión que se produjo tras el Madrid-Lyon. Un encuentro en el que se marchó del campo pitado por la afición y enfadado. Desde entonces, y después de dos días entrenándose sin problemas, surgió una dolencia de origen incierto. "Contractura en el adductor izquierdo", rezaba cada uno de sus días de baja en el parte médico. La lesión se curó por fin el pasado jueves, cuando se reincorporó al trabajo de grupo. Kaká finalizó ayer el entrenamiento sin molestias y ante el Zaragoza podría tener algunos minutos.
Su larguísima recuperación ha resultado polémica. En los foros madridistas se le acusaba de estar reservándose para el Mundial, porque una contractura se cura normalmente entre una y tres semanas. ¿O había recaído de la pubalgia que sufrió en diciembre? Una opción descartada por los médicos blancos. El problema radicaba en la confianza del jugador en el adductor inflamado. Si forzaba corría el riesgo de desencadenar otra pubalgia. Atrás quedaron las palabras de Kaká del pasado 8 de febrero: "Mi pubalgia crónica es una especulación mentirosa. Me siento bien y la lesión está olvidada". Mientras, los galenos del club blanco lo mimaban para evitar una recaída de una lesión olvidada.
Visión en Brasil.
En Madrid nadie podía confirmar su vuelta a los terrenos de juego, pero en Brasil el doctor de la selección carioca, José Luiz Runco, lo tenía muy claro: "Estará a punto para el Mundial. Su problema es en el muslo". Kaká se ha perdido ocho partidos de Liga, pero ayudará al Madrid a intentar conquistar la Liga en estos últimas cinco jornadas. Y también a Brasil en el Mundial...
No se medica, según 'El Larguero'
Según desveló el pasado jueves José Ramón de la Morena en El Larguero, la lenta recuperación de Kaká es debida a que no toma medicamentos por razones religiosas. Lo mismo sucedió en el pasado con Gravesen, que se negaba por razones personales a tomar medicamentos. De este modo, el jugador brasileño se ha recuperado de la contractura en el adductor gracias a Pedro Chueca. El masajista del Real Madrid llevó al futbolista a la sierra madrileña para fortalecer su musculatura y le ha cuidado personalmente todos los días en Valdebebas.