"El Valladolid no tiene casi margen de error"

Iván Hernández tiene buenos recuerdos de su etapa en el Valladolid, equipo con el que ascendió un año antes de subir a Primera con el Sporting. El jugador madrileño mantiene "algunos contactos con gente de Valladolid, aunque cuando hablamos tocamos más otros temas que los de fútbol".

El defensa considera que "para nosotros es un partido importante, pero para el Valladolid son todo finales, porque su situación es complicada". Asimismo, indicó que "nos enfrentamos a un rival que casi no tiene margen de error, mientras que a nosotros nos quedan otros cuatro partidos", si bien su objetivo es "dejar cuanto antes finiquitada la permanencia". Según matizó, "no tenemos urgencia, pero sí necesidad" y expuso que "después nos quedan tres partidos fuera y uno en casa y es mejor hacer los deberes cuanto antes, porque se nos pueden complicar las cosas". Iván, que no entró en los planes del Valladolid cuando ascendió hace tres años y ahora puede darle la puntilla para el descenso, considera que son "situaciones que se dan en el fútbol, pero no deja de ser una casualidad, como pasó el año anterior en Zorrilla". Por otro lado, el vestuario parece abstraído del ambiente de la calle con el rival, porque "lo único que importa es ganar el partido, que es lo mejor para nosotros y para la afición, que nos va a apoyar de principio a fin".

Aunque hubo casos en los que el respaldo de la Mareona fue determinante, Iván Hernández considera que "este partido no tiene nada que ver con los que jugamos en otras temporadas contra el Eibar, para el ascenso, y el Recreativo, para la permanencia, aunque puede influir que la dinámica que llevamos ahora no es buena, pero el partido es importante, porque los puntos pueden ser los definitivos". El madrileño confía en "el apoyo de la gente es importante y seguro que van a ir al campo con esa predisposición".

"Es difícil asumir el banquillo"

Iván Hernández volverá al banquillo, tras haber sido titular en Sevilla. El madrileño tiene asumido su papel esta temporada, aunque reconoce que "a todos nos gusta jugar y a mí el primero, pero somos 25 y el entrenador tiene que elegir, lo que tengo que aceptar y seguir trabajando". El zaguero rojiblanco indicó que "a veces es complicado asumir la vuelta al banquillo o a la grada tras hacer un buen partido, pero así es el mundo del fútbol". Su único objetivo es "intentar hacerlo bien para jugar".