EUROPA LEAGUE | SEMIFINAL | ATLÉTICO 1 - LIVERPOOL 0
El doblete es realmente posible
La baja de Torres fue más determinante que la de Agüero. El Liverpool careció de pegada con N'Gog en punta y ni Gerrard ni Kuyt fueron capaces de dañar al Atlético. Partidazo de Perea, Reyes y Ujfalusi. El uruguayo Forlán hizo el gol que acerca al Atlético a la final de Hamburgo (12 de mayo) y que hace pensar en un posible doblete rojiblanco: Copa del Rey y Europa League. Impensable hace unos meses. Decidirá Anfield, con Kun y sin Torres.
El 'virus de las cenizas' ya no es una sospecha, es una realidad. Había que esperar a los partidos de Europa League para comprobar si los largos viajes de los equipos visitantes en autobús, tren, Eurostar y demás transportes eran una mera anécdota o un fuerte condicionante en el rendimiento de los perjudicados. Las derrotas de Barcelona, Olympique de Lyon y Liverpool pueden validar la hipótesis del cansancio provocado por los eternos trayectos. Más que los resultados, extraña la sensación de pesadez de todos ellos, que apenas han creado ocasiones en sus respectivos partidos. Aún así, imposible de demostrar la influencia de las cenizas del Eyjafjällajokull, no podemos restar valor a las meritorias victorias de Inter, Bayern y sobre todo Atlético, que hoy quizás haya completado su mejor partido de la temporada.
Y es que da gusto ver al Atlético de Madrid en una semifinal europea, porque siempre ofrece espectáculo, goles, ocasiones, pasión. Fútbol en estado puro. Y es más emocionante aún si se enfrenta a un equipo similar en filosofía. La primera parte fue de contacto y sólo vimos el gol de Forlán, en la segunda se rompieron los esquemas: hubo más espacios y ocasiones aunque cero goles. El partido de Anfield promete a pesar de que el Liverpool hoy no ha dado una buena imagen. Allí será diferente. Es una lástima que este enfrentamiento sea una semifinal y no una final, porque ambos merecerían pasar. Repescados de la Liga de Campeones, Atlético y Liverpool han dado caché a esta competición por nombre y por futbolistas. Hasta llegar al día de hoy, el Atlético ha dejado atrás a Galatasaray, Sporting de Lisboa y Valencia, mientras que el Liverpool ha superado al Urinea, Lille y Benfica. Unas más que otras, eliminatorias cargadas de tensión, tanto como la que ha comenzado hoy, que vivirá su desenlace final en Anfield el próximo jueves.
El valioso gol de Forlán
Del desprecio al halago en un suspiro. Forlán provocó los desaires de la afición en un remate fallido de cabeza y, décimas después, justificó las palmas posteriores anotando con más suerte que desgracia el único tanto del Atlético de Madrid. Fue una jugada sintomática de las emociones que levanta hoy en día el uruguayo. A veces idolatrado, otras menospreciado. Acababa de comenzar el partido, la larga eliminatoria, y el Atlético sorprendía a un especulativo Liverpool, al que le pesaba más la falta de Torres que la paliza del viaje.
La ausencia de los dos delanteros referencia la suplió una vez más Diego Forlán, el sustituto de Torres en el Atleti tras la marcha del Niño al Liverpool, y el que sustenta actualmente las aspiraciones del equipo rojiblanco, con la colaboración de Kun, hoy sancionado. Una vez más, el destino le ha girado la cara a Torres y una lesión de rodilla le ha privado de volver a la que todavía es su casa. Esperemos que llegue al Mundial. Sin Kun ni Torres, se confiaba en Forlán, en un bando; y en Gerrard en el otro. El primero cumplió con un gol, y el segundo lo intentó, pero sin suerte. Ambos se vieron perjudicados por dos fueras de juego inexistentes en la primera parte, y mientras el uruguayo rentabilizó su ocasión, el inglés estrelló a la red el único acercamiento del Liverpool a la meta de De Gea en la primera parte. N'Gog, el relevo natural de Torres no apareció y fue sustituido por Babel (64'). Kuyt se posicionó de delantero en la segunda mitad, pero apenas inquietó.
El Atleti más serio de la temporada anuló a Kuyt, Benayoun (le anularon un gol legal) y Gerrard e impuso su fútbol. El germen que suele atacar a los defensas del Atleti se confundió de víctima y mermó a Kyrgiakos y Carragher, sobre todo. Agger sufrió en el lateral y está claro que Johnson aún no ha cogido ritmo tras su larga lesión. En el centro, Leiva y Mascherano eran marionetas en las manos de un Assunçao rejuvenecido y un Raúl García perfectamente colocado. Reyes recuperó, condujo, regateó y asistió como en sus mejores tiempos, le faltó el gol; Jurado y Simao cumplieron, más en la presión que en la creación; Forlán marcó, que es lo que se le pide; y el Calderón rugió.
Decidirá Anfield
Quique ganó a Benítez el duelo estratégico en una milimetrada primera mitad. En la segunda, se rompieron las estrategias y salió a relucir la verdadera esencia de ambos clubes: la improvisación, que se impuso al orden ideológico de ambos técnicos. En los minutos de la locura, Reina apareció para frenar el ímpetu de Simao que se tiró para rematar con la izquierda tras un jugadón de Ujfalusi previo a un gran corte de Perea. Ambos defensa, irreconocibles hoy. Perfectos, sin fisuras. Fue el checo quien estuvo más cerca del segundo con un disparo desde la frontal que repelió el meta español del Liverpool. Simao no llegó al rechace.
El Atlético quiso más, pero echó el freno por un par de avisos desde la frontal de Gerrard. Los cambios enfriaron el partido y ambos parecían conformarse con el resultado, que es muy bueno para el Atlético, sobre todo por mantener la portería a cero. Pero cuidado, el Liverpool ha remontado un 1-0 ante el Lille y un 2-1 ante el Benfica en las anteriores eliminatorias. Anfield es Anfield y allí pocos ganan. El Atleti tendrá que mantener el superlativo nivel al que ha llegado hoy y rezar para que se calmen los volcanes de Islandia. Así quizás el doblete será posible.